Un espacio de respeto a la dignidad de la mujer, en donde las usuarias del transporte público se movilizan con tranquilidad, tolerancia e igualdad de condiciones. Esto es el nuevo sistema de transporte público SITRAMSS, declarado en noviembre del 2015 por las autoridades del Gobierno de El Salvador como un transporte público libre de violencia de género.
Según un estudio realizado a finales de febrero por Unión de Empresas SITRAMSS, operadores de este sistema, se determinó que el 72 % de personas usuarias confirma haber sido víctima o testigo de irrespeto a la dignidad hacia la mujer en transporte público tradicional.
También, determinaron que el irrespeto y los comportamientos indebidos son comunes en el transporte público convencional.
En tanto, SITRAMSS es un modelo inclusivo de transporte que reúne las condiciones para cambiar esa situación y genera condiciones de respeto a la dignidad humana de la mujer, afirma la asesora en Género del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Xenia Díaz.
La experta del Organismo Internacional considera que “las condiciones que tiene SITRAMSS tanto por su espacio físico, que permite separaciones más claras entre unos y otros; espacios de protección a la mujer embarazada; también espacios de protección a la mujer con discapacidad que se pueda transportar allí, parte de reconocer la dignidad de tratarla como persona y asegurar que no ocurra un hecho de violencia asociada a ella”.
En ese sentido, el entorno dentro de las unidades SITRAMSS favorece esta igualdad de género, no agresión y ambiente de cordialidad; por ejemplo, en la programación audiovisual en unidades no se transmite contenido que afecte o violente a la mujer en ninguna condición o edad; esto como una política interna de Unión de Empresas SITRAMSS.
Agregado a ello, como parte del programa de Responsabilidad Social Empresarial, desde hace más de seis meses se desarrollan campañas permanentes que promueven los valores dentro de la convivencia en estaciones y unidades SITRAMSS. Estos valores son: solidaridad, respeto y empatía.
Igualmente, las mujeres adultas mayores deben tener prioridad al abordar y en cuanto a los asientos a utilizar dentro de las unidades.