El presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, informó este miércoles por la noche que ha dado órdenes al ministro de la Defensa, general David Munguía Payés, para que llame a mil reservistas experimentados de la Fuerza Armada para reforzar la estrategia de combate a las pandillas.
Por medio de una cadena nacional de radio y televisión que había sido anunciada desde la mañana, el mandatario dijo que ya se han comenzado a implementar medidas extraordinarias de seguridad para detener la ola de violencia que agobia al país.
Entre las primeras medidas implementadas está el traslado masivo de cabecillas de pandillas al penal de Quezaltepeque y la declaración de Estado de Emergencia en siete cárceles del país.
“Las bandas criminales han cometido horrendos asesinatos. Asesinan niñas, niños, estudiantes, mujeres embarazadas, religiosos y personas con discapacidad. Esto no puede continuar. Le pondremos fin con absoluta determinación”, afirmó el presidente.
Asimismo, Sánchez Cerén aseguró que incrementará en despliegue de efectivos de la Fuerza Armada a nivel nacional para que apoyen a la Policía Nacional Civil (PNC) en el combate a los criminales.
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“Estamos preparando otras medidas que comunicaremos en el momento oportuno”, dijo el mandatario, al mismo tiempo que aseguró que “los criminales han impuesto a nuestro pueblo un alto costo no solo en vidas sino también en recursos que podrían ser empleados en salud y educación”.
De igual manera, explicó que el día de mañana jueves se presentará una propuesta de reforma de ley para que se pueda prolongar el Estado de Emergencia en los centros penales que hasta hoy ha sido establecido para 15 días.
Entre las implicaciones de esta medida está que los pandilleros se mantendrán encerrados todo el tiempo en sus celdas, perdiendo temporalmente el derecho a la libertad ambulatoria dentro de los penales.
La reforma además incluirá modificaciones en infraestructura al interior de los penales y medidas para destituir inmediatamente a cualquier empleado que de alguna manera facilite la introducción de ilícitos a las cárceles.
“No daremos tregua a los criminales, no vamos a retroceder. No voy a descansar hasta que la gente de nuestro El Salvador viva con justicia y paz”, aseguró el mandatario.