Un empleado de un call center ubicado en Santa Tecla evitó la continuación de un juicio en su contra al reconocer que es adicto a las metanfetaminas, y con ello, se libró de ser enviado a la cárcel tras ser acusado del delito de posesión y tenencia de drogas.
El hombre, de aproximadamente 30 años de edad, aseguró el martes a uno de los jueces del Tribunal Tercero de Sentencia de San Salvador que su vida ha estado llena de dificultades; por ello, desde su juventud comenzó a consumir distintas sustancias prohibidas, lo que lo hizo adicto específicamente a las metanfetaminas y a la marihuana.
Ernesto Estrada −quien llegó ante el juez vistiendo una camiseta negra, un pantalón blanco y tenis− fue detenido el 17 de septiembre pasado tras un allanamiento realizado en uno de los apartamentos del condominio La Hacienda de la colonia Escalón. La Policía le decomisó dos porciones de hierba seca, dos porciones de polvo cristalizado y dos pipas artesanales para el consumo de ambas drogas.
La acusación fiscal aseguró que el hombre bilingüe distribuía los narcóticos a terceros; sin embargo, la parte defensora insistió que el imputado es un adicto y no un narcotraficante, lo cual logró comprobar con exámenes de toxicología practicados por el Instituto de Medicina Legal (IML).
Debido a que el acusado no tenía antecedentes penales, el tribunal decidió concederle una suspensión condicional del procedimiento, es decir, congelar el juicio y enviarlo a un tratamiento de rehabilitación, además, de otras medidas disciplinarias por un periodo de tres años.
El imputado no podrá cambiarse de domicilio, abusar del consumo de bebidas alcohólicas y no reunirse con drogadictos.
No obstante, el juez aclaró a Estrada que de no cumplir con el mandato judicial, el juicio será reactivado y de ser encontrado culpable podría enfrentar una pena de prisión de entre tres y seis años de prisión.