Ricardo Sosa, un experto en temas de seguridad, expresó que hay un alto riesgo en los países del Triángulo Norte por la penetración del crimen organizado en las esferas gubernamentales de los tres países que conforman esa zona.
En una entrevista con Diario1.com, Sosa dijo que si bien valora positivamente las incautaciones de droga registradas en las últimas tres semanas, las “narcolanchas” son el tipo de incautación de droga más pequeña en volumen, y llama a las autoridades a poner atención en detener el trasiego de droga por tierra y por aire.
También considera que el gobierno no tiene una política criminal de Estado y mientras no se combata la impunidad en casos de corrupción y se detenga el crimen organizado, no habrá descensos significativos en los índices delictivos.
El portal Insight Crime sostiene que el enfoque del gobierno salvadoreño de erradicar a las pandillas, le puede abrir la puerta al crimen organizado y al narcotráfico a incrementar su accionar dentro del Estado ¿Considera esto posible?
Existe una serie de publicaciones de instituciones con alta credibilidad en América Latina y en el mundo que hablan de la influencia que está teniendo el crimen organizado y más concretamente el narcotráfico en la región centroamericana, especialmente en el Triángulo Norte.
He venido aportando que el crimen organizado llegó para quedarse en nuestra región y en el Triángulo Norte ellos ya tienen una amplia actividad delincuencial. Como su nombre lo indica, el crimen organizado está altamente capacitado, altamente infiltrado y opera en las más altas esferas del Estado en los tres países del Triángulo Norte.
En Guatemala y Honduras ya hubo golpes contundentes y medidas ejemplarizantes, por lo que no es coincidencia ver que la baja en los índices delictivos en estos tres países se debe a los golpes a la corrupción y la impunidad, aunado a medidas acertadas en materia de seguridad.
¿Cree entonces que no se está haciendo un abordaje inteligente a la lucha contra el crimen?
Lo que he expuesto es que El Salvador no tiene una política criminal de Estado, y al no existir esta política, tampoco existen planes de acción ni estrategias para el combate al crimen.
Hay que dejar de privilegiar a las pandillas. Ellos solo son un brazo del crimen organizado, lo delicado está arriba de las pandillas y eso se debería de estar combatiendo estratégicamente y con inteligencia, potenciando a la criminología y criminalística para que con sus ciencias auxiliares, se establezcan resultados positivos en los tribunales.
La impunidad y la mora judicial no solo es responsabilidad de la Corte Suprema de Justicia o los jueces, sino que tiene que ver con un planteamiento técnico-científico que lleve a la Fiscalía a llevar las pruebas científicas que demuestren la culpabilidad de los indiciados, porque seguirle apostando al testigo criteriado y a las redadas no tiene sentido y solamente aporta a los grupos políticos a que busquen votos.
Si bien usted menciona que se debe ir tras las estructuras criminales que están sobre las pandillas, las pandillas siguen demostrando el control que tienen sobre las cifras de homicidios.
Las pandillas tienen control sobre la muerte y los territorios en El Salvador, eso ha quedado en evidencia y es la lectura que podemos hacer de las últimas 72 horas, lo cual me parece una burla al Estado salvadoreño y contribuye a generar un clima de temor y terror en la población.
Creo que el gobierno debió haber implementado antes de vacaciones algunas de las medidas extraordinarias que anunciaron y estos 180 homicidios de la Semana Santa no se hubieran generado o se hubieran reducido. Lo extraordinario de las medidas hubiese sido que los tres poderes del Estado no se hubiesen tomado la vacación y se hubiesen quedado trabajando hasta sacar a luz las medidas que podía desarrollar el Ejecutivo, la que les corresponde a la Asamblea y el Órgano Judicial.
¿Cree que veremos más incautaciones de droga como las ocurridas en los últimos días, y considera que este enfoque de “incautar por incautar” cargamentos de droga es lo más idóneo para combatir el narcotráfico?
Hay que tener mucha mesura en estos golpes que ha generado la Policía Nacional Civil y la Fuerza Naval, incautando cargamentos de droga en las últimas tres semanas, son una esperanza y un aliciente, más no debemos de alegrarnos porque la droga circula en el país por tierra, mar y aire, siendo los cargamentos marítimos los más pequeños que atraviesan el territorio.
El llamado a las autoridades es para seguir ejerciendo esta presión y que existan decomisos sobre los trazos aéreos y terrestres que existen para el paso de la droga en el país. Existe un incremento en el consumo de drogas en el territorio salvadoreño, que ya dejó de ser corredor de la droga, ya hay consumo y trasiego.
Es importante los nuevos nombramientos en las jefaturas de las unidades especializadas de la PNC y Fiscalía, que se han puesto a trabajar de forma diferente con planes y objetivos estratégicos que sin duda comenzarán a golpear fuertemente a estructuras, principalmente ecuatorianos y colombianos que van por agua, pero es necesario golpear las naves que surcan los cielos salvadoreños, porque los cargamentos más pesados pasan por el cielo y tienen como destino México, Estados Unidos y Europa.
¿No le parece incongruente que si bien las autoridades están dando esta serie de golpes, no se haya hecho nada en El Salvador para investigar a alguien denominado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos como capo internacional de la droga, como Adán Salazar?
Eso habría que preguntárselo a la Fiscalía, porque el hecho que el presidente de los Estados Unidos diga que un salvadoreño no es una persona que simplemente está sirviendo como un enlace para que la droga pase, es digno que se investigue a profundidad
Habría que retomar qué tipo de investigaciones hay en la Fiscalía, si está o no archivado este expediente, pero lo importante es que, más allá de los nombres, se debe saber quiénes forman parte de las estructuras del crimen organizado en el país.