El Salvador
viernes 22 de noviembre de 2024

Cabecilla de pandilla ordenó decapitar a joven y lanzar su cabeza en San Martín

por Israel Serrano


Cuatro pandilleros cumplieron la orden del palabrero que está recluido en un centro penal, privaron de libertad, ahorcaron y decapitaron a una joven de 17 años. La cabeza fue lanzada en el cantón Las Palmas de dicho municipio.

La cabeza de Iris, una chica de 17 años de edad, fue el mensaje que miembros de la Mara Salvatrucha enviaron a otra clica de su misma pandilla para exigirle respeto al “territorio controlado” y no realizar actos delictivos en el mismo.

Un secuestro realizado por pandilleros del cantón Las Palmas, ocurrido en febrero de 2010, específicamente en el  parque central de San Martín, fue lo que enfureció a los delincuentes, ya que no concebían que otros sujetos de su misma estructura criminal no solicitaran autorización para cometer ilícitos en la zona.

La invasión fue denunciada inmediatamente al cabecilla alías “Maniaco” −preso en el penal de Ciudad Barrios,  San Miguel− quien ordenó matar a una joven que residía en el cantón Las Palmas y enfatizó que él mismo les enviaría con engaños a la menor de edad.

Pero el “Maniaco” no solamente ordenó matar a Iris, sino también decapitarla y abandonar su cabeza en el territorio de sus compañeros que operan a unos 5 kilómetros del centro de dicha ciudad, siempre en la jurisdicción de San Martín.

El palabrero llamó telefónicamente a un pandillero conocido como  “Poisón”, a quien le informó que “una morra” llegaría a una casa destroyer del proyecto Santa Teresa, quien supuestamente recogería un paquete con drogas, pero debían asesinarla en un barranco ubicado al final del sector C de dicha colonia,  catalogada por la Policía como altamente peligrosa. Asimismo, le  ordenó cavar un hoyo donde el cuerpo sería enterrado.

La víctima llegó a la guarida de los pandilleros aproximadamente a las 7:30 de la noche. Vestía una falda  beige, camisa y sandalias negras. En el lugar estaba “Poisón”, “Duisser”, “Malechor” y el testigo criteriado, un pandillero que aceptó colaborar con las autoridades a cambio de beneficios en el proceso judicial.

Siguiendo las órdenes del palabrero de la clica, los pandilleros llevaron a la víctima hacia el barranco, donde supuestamente estaba el paquete que le entregarían.  Fue en ese momento en que dos delincuentes la tomaron por los brazos, un tercero le colocó un lazo en el cuello y otro se quedó vigilando para evitar ser descubiertos por las autoridades.

Los pandilleros halaron con violencia el lazo e Iris cayó hincada en la tierra, acto seguido fue obligada  a acostarse en el suelo boca abajo, mientras uno de los pandilleros subió sobre su espalda y la ahorcó.

Cuando los sujetos se aseguraron que la víctima estaba muerta, llevaron el cuerpo unos metros más adelante, donde ya estaba lista la fosa  y con un hacha le cortaron la cabeza, la cual del último golpe salió rodando y cayó dentro del hoyo.

Uno de los homicidas ingresó a la tumba, sacó la cabeza y la metió a un bolsón color negro. El cuerpo fue cubierto con cal para evitar el mal olor y finalmente fue enterrado.

El bolsón fue lanzado, desde un vehículo color ocre, en la calle principal del cantón Las Palmas y la curiosidad llevó a un transeúnte a abrir el mismo encontrando la cabeza humana e inmediatamente se dio aviso a la Policía.

El testimonio del pandillero con criterio de oportunidad llevó a la intimación en el penal de Ciudad Barrios, San Miguel, de Erick Mauricio García Miranda, identificado como “Maniaco”, y la captura de  Carlos Enrique Rivas Arévalo alías “Poison”.

Este caso aún se encuentra a la espera que un Juzgado Especializado de Sentencia realice la vista pública. De ser encontrados culpables, los pandilleros podrían ser condenados hasta 50 años de prisión, según el Código Penal.