Un pandillero de 23 años, piel trigueña y de un metro con 67 centímetros, caminaba por la calle principal de la colonia Rosa Linda del municipio de San Martín, luego de dejar a su hijo en una escuela cercana y sin saber que la muerte lo esperaba unos metros adelante.
Edgar Alexander Acevedo Cabrera, como todas las mañana a mediados de junio de 2010, acostumbraba a acompañar a su primogénito de siete años de edad a su centro de estudios ubicado a unas cuadras de su vivienda, en el cual cursaba el primer grado de educación básica.
El sujeto, un reconocido pandillero de la 18, estaba señalado por el delito de homicidio contra mareros contrarios, ajusticiamientos de miembros de su misma clica y de otras personas, por lo que no dudaba que la venganza lo alcanzaría en algún momento.
El día del ataque, Acevedo Cabrera, vestía un pantalón azul y camisa blanca, se hacía acompañar de mujer que encontró en el camino de regreso a casa, una vecina, que lo conocía desde niño.
Lo que el también criminal ignoraba, es que un adolescente de 14 años, le seguía los pasos e informó a sus compañeros de la Mara Salvatrucha (MS) la ubicación exacta de su objetivo, por lo inmediatamente los sujetos prepararon sus armas para cometer el homicidio.
Minutos después, una coaster de la ruta 140 se detuvo violentamente frente al pandillero de la 18 y aquella mujer de aproximadamente 40 años de edad. La fémina rápidamente se alejó del pandillero de la 18 para evitar ser víctima de los mareros que residen en un barrio contrario.
De la unidad del transporte colectivo, bajaron tres miembros de la MS armados con dos pistolas calibre 9 milímetros y un revólver, quienes conjuntamente dispararon en 14 ocasiones contra Acevedo Cabrera, cuyo cuerpo cayó ensangrentado al suelo y fue rematado con un tiro de gracia.
La mujer, testigo de los hechos, lloró amargamente al observar que su vecino había sido asesinado frente a sus ojos y sin piedad alguna, a la vez, se lamentaba que hechos similares sigan ocurriendo en cualquier momento.
Tras el asesinato, pandilleros abordaron la coaster, -cuyo motorista los esperó con el motor encendido-, y huyeron con rumbo al proyecto Santa Teresa, sede principal de la MS en San Martín y una de las zonas más conflictivas de dicho municipio.
El cadáver del pandillero presentaba múltiples heridas de arma de fuego en el cráneo, rostro, pecho y espalda, los cuales provocaron su muerte instantáneamente.
Las investigaciones policiales determinaron que los responsables del homicidio son Jorge Antonio Trujillo Mejía, Jorge Antonio Estrada Gutiérrez y Ángel Antonio Castellanos Mondragón, todos miembros activos de la MS.
Además, la Policía concluyó que la orden de matar a Acevedo Cabrera salió telefónicamente del Centro Penal de Chalatenango, de uno de los cabecillas de la MS que sigue dirigiendo dicha estructura criminal desde su celda, por lo que solo esperaron un descuido de la víctima para quitarle la vida.
Por este homicidio, los pandilleros están siendo procesados por el delito de homicidio agravado y se espera que la audiencia de vista pública se desarrolle el próximo 6 de abril.