El director de la PNC, Howard Augusto Cotto, afirmó que existen varios argumentos para determinar que hubo una “fuga de información” que posibilitó el escape de 13 exmilitares requeridos por la Justicia Española por su participación en la masacre de seis sacerdotes jesuitas en el campus de la UCA en noviembre de 1989.
“Hubo alternativas por medio de las cuales las personas estuvieron alertas”, dijo Cotto, quien alegó que la ejecución del operativo de captura de los exmilitares sufrió varios percances para concretarse.
El jefe policial justificó que la solicitud de aclaración a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) acerca de los pronunciamientos sobre las difusiones rojas giradas por INTERPOL dilató las capturas.
A la vez dijo que el juzgado de turno no notificó el pasado viernes sobre la orden de captura que estaba dispuesta desde la mañana del pasado viernes.
Cotto rechazó tajantemente que la fuga de los militares se debiera a una falla de la inteligencia policial.
La PNC tiene bajo resguardo a cuatro exmilitares apresados el pasado viernes. Ellos están a la espera que se haga efectiva la orden de extradición por parte de la Audiencia Nacional de España y que la CSJ la haga vigente.
El pasado sábado el presidente Salvador Sánchez Cerén exigió a los exmilitares prófugos que se entreguen a Lajusticia. No obstante, familiares de los ex oficiales requeridos por la justicia señalaron que estos no se entregarán.