El ex comandante guerrillero y firmante de los Acuerdos de Paz, Francisco Jovel, consideró legítima la petición de justicia de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) de conocer la verdad sobre el asesinato en el campus de dicho centro de estudios de seis sacerdotes jesuitas y sus dos colaboradoras en noviembre de 1989; a la vez que espera que la suerte de los militares implicados en el caso sea resuelta por la justicia salvadoreña.
Respecto a que si los militares que se encuentran en el país deben ser extraditados a España, Jovel es de la opinión que el proceso debe ser resuelto en El Salvador: “Yo no espero que los militares vayan presos, pero que se conozca la verdad”, expresó durante la entrevista matutina de la radioestación 92.5 Club.
El excombatiente respalda así la posición que por años ha mantenido la UCA a través de sus rectores, quienes se dicen dispuestos a perdonar a los perpetradores de la masacre contra los jesuitas, siempre y cuando los militares implicados accedan a divulgar la verdad sobre los hechos.
Sin importar cual sea el desenlace del caso, Jovel cree que la justicia del país está “en vitrina” y a su juicio las heridas de la guerra no han sido cerradas, porque todavía existe el debate en el país sobre qué casos de crímenes cometidos en la guerra civil deben ser amnistiados y qué casos no.
Para el antiguo miembro de la Comandancia General de la guerrilla, la Amnistía General aprobada en 1993 abrogó la Ley de Reconciliación Nacional, la cual establece que algunos casos señalados en el Informe de la Comisión de la Verdad no debían ser amnistiados.
Agrega que la Asamblea Legislativa debió legislar en su momento sobre los casos que eran sujeto de amnistía y los casos que debían juzgarse.