Un grupo de familiares de los militares que tienen orden de captura acusados de perpetrar la masacre de los jesuitas de la UCA y a dos de sus empleadas, en noviembre de 1989, brindaron la mañana de este lunes una conferencia de prensa para decir que sus parientes son inocentes.
«Mucha de la gente que quieren involucrar en este caso son inocentes. Las leyes de nuestro país tampoco pueden ser ignoradas. No lo vamos a permitir. Es penoso que nuestros gobernantes estén haciendo lo que están haciendo», manifestó el hijo del general Juan Orlando Zepeda, quien tiene el mismo nombre.
El hijo del general también dijo que las órdenes de captura son una persecución política y que posiblemente se trate de «intereses oscuros» que provienen de otro país.
«Hay sentimientos de odio antimilitarista o intereses de desestabilizar este país. Así es como lo vemos. ¿Por qué este caso es tan importante para nosotros? No es porque aquí pasó lo que pasó en términos de que murieron jesuitas. ¿Cuánta gente no murió en el conflicto?, ¿cuánta gente no fue asesinada por los terroristas, los que fueron guerrilleros y que estaban alzados en contra de nuestra patria?», señaló.
Algunos de los familiares denunciaron abusos de la fuerza policial en los operativos realizados la noche del pasado viernes, cuando la Policía allanó las viviendas de los militares y capturó a cuatro de ellos. Sin embargo, otros de ellos aseguraron que no existió ningún problema.
El abogado defensor de los militares, Lisandro Quintanilla, dijo que los militares no se van a entregar a la justicia, tal como lo pidió el pasado sábado el presidente Salvador Sánchez Cerén.
«¿Por qué se tendrían que presentar si ya lo hicieron en 2011 y la Corte Suprema de Justicia dijo que no eran extraditables. No es posible que cada vez que cambie la corte estemos en esto», dijo el abogado.
El hijo del general Zepeda agregó que «nuestros padres no se encuentran prófugos, son libres».