Usulután registró al menos siete muertes violentas en las últimas 24 horas, lo cual hace que en ese departamento del oriente del país haya un promedio de una persona asesinada cada 3.4 horas.
Entre los siete casos de muertes violentas de las últimas horas está Esmeralda Soledad Sánchez Aranda, de 26 años, quien fue asesinada por pandilleros de la MS en el interior del mercado municipal de Jucuapa.
“La víctima ingresó al mercado a realizar compras, cuando fue detectada por miembros de la pandilla MS. Los sujetos la intentaron privar de libertad y ella escapó entre los pasillos del sector de frutas, pero fue interceptada y ejecutada de varios impactos de bala”, informó una fuente policial.
De acuerdo a testigos del hecho, la víctima pedía auxilio, gritaba pidiendo que la ayudaran; sin embargo, ningún vendedor o transeúnte reaccionó ante las súplicas de la mujer.
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Mientras tanto, una mujer vendedora de tortillas fue asesinada por miembros de la pandilla 18, en el cantón El Maculis, del municipio de Ereguayquín.
Varios sujetos llegaron a la vivienda de la víctima y le dispararon. Una patrulla policial auxilió a la mujer y al hospital Nacional San Pedro, donde falleció antes de ser intervenida quirúrgicamente.
En otro hecho, dos miembros de pandillas fueron abatidos en el interior de una vivienda, localizada en el caserío La Línea del Puente Negro, del cantón La Presa, municipio de Usulután.
Según las autoridades, los sujetos dispararn contra una patrulla que llegó a verificar una emergencia en la zona. Los pandilleros murieron en el enfrentamiento armado.
A los delincuentes se les encontró un fusil G-3 y una granada fragmentaria, tipo M-67, de fabricación norteamericana.
Asimismo, en el cantón Galingagua, del municipio de San Agustín, un hombre fue asesinado en un taller de mecánica automotriz, de acuerdo con fuentes de la Policía Nacional Civil.
Preliminarmente se maneja que la víctima se desempeñaba como vigilante del establecimiento y que varios pandilleros llegaron hasta el negocio y sin mediar palabra lo ejecutaron.
Además, José Merlín Flores Ayala, de 22 años, fue asesinado, en momentos que amenazaba a unos clientes de un comedor, ubicado en Jiquilisco, departamento de Usulután.
La víctima junto a otro sujeto, ambos miembros de la pandilla 18, provocaron desórdenes en el lugar y cuando se disponían a agredir a los clientes uno de estos se defendió con un arma de fuego y mató a uno de los delincuentes.
También se reportó la muerte de un hombre frente al Instituto de Jucuapa, ubicado en barrio La Cruz.
“Se nos informó que varios pandilleros de la 18 persiguieron por varias cuadras a la víctima, lográndole dar alcance frente al instituto, en donde lo vapulearon y posteriormente le descargaron una docena de disparos” , informó una fuente policial consultada.
Diversos sectores sostienen que las cifras de asesinatos y los constantes enfrentamientos entre el Policía y las pandillas son una especie de guerra «no declarada» originada a partir de la ruptura de una polémica tregua entre pandillas, que inició en 2012 y se prolongó por 15 meses.
La violencia de pandillas representa dos terceras partes de los homicidios en El Salvador, según cifras de la Fiscalía General de la República. A finales de 2015, la Fiscalía, afirmó que el 65 por ciento de los homicidios cometidos en ese año fueron cometidos por pandilleros.