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Candelario Romero, un experimentado pescador de San Miguel, murió cuando se encontraba en el río Grande de San Miguel. El hombre de 46 años de edad comenzó a pescar desde tempranas horas del viernes.
Antes de sumergirse al agua se tomó un trago de licor – según uno de sus compañeros siempre beben un poco de alcohol para resistir las bajas temperaturas en el agua – y después de tres minutos adentro del río volvió a salir.
El rito se volvió a repetir. En la tercera ocasión, el pescador ya no salió. Pasó uno, dos, tres, cuatro… hasta diez minutos adentro y no salió. Fue entonces que uno de sus compañeros haló la pita del neumático que el pescador se había atado a uno de sus pies. Cuando lo sacaron ya estaba muerto.
De acuerdo con las autoridades de la Policía Nacional Civil (PNC), el hombre, quien era considerado el mejor pescador de la zona, falleció a causa de un paro cardíaco.