No quiso hablar de ninguna investigación. Tampoco de ningún caso penal. Ni del expresidente Francisco Flores, ni de José Adán Salazar, ni de la tregua entre pandillas. El nuevo fiscal general, Douglas Meléndez, se limitó a decir que no conoce cómo se han estado manejando las investigaciones en la Fiscalía General de la República (FGR).
Pese a ser investigaciones y acusaciones penales de dominio público, el nuevo jefe de la Fiscalía evitó hablar sobre estos casos. No quiso entrar en detalles.
“Hasta este momento no he podido revisar los casos con los jefes correspondientes, pero independientemente que ya no exista el fiscal general anterior y la persona que era adjunta hasta este día, los jefes sí tienen que responder por las investigaciones”, contestó.
Lo que sí dejó claro es que una institución ya no es la misma cuando cambia la persona que la dirige. “El tema de una institución no es el mismo estilo, por decirlo así, de un fiscal general, de un abogado que pudiera haber estado acá, a un estilo de otro abogado y de un nuevo fiscal general”.
Meléndez no descartó algunos cambios en las jefaturas de la Fiscalía, pero no se atrevió a mencionar nombres o las unidades que deben de ser renovadas.
“La institución tiene que revisarse. Yo no quiero asustar a nadie, a los compañeros fiscales. Los verdaderos y los buenos fiscales tienen el respaldo… ¿Qué podría haber una reestructuración? Todo lo va a decir de cómo estén las cosas acá. Eso va a determinar las decisiones”, indicó.
Ante las pregunta si tenía conocimiento de malversación de fondos en la administración anterior, el fiscal general también fue mesurado en su respuesta.
“No sé si ha habido mal manejos de fondos de parte del exfiscal (Luis Martínez). Yo he tomado posición este día y tengo que ver muchas cosas acá en la institución. Hay que revisarlas. Si algo hay, por su peso va a caer. La verdad ese tema no lo sé”.
El fiscal general brindó estas declaraciones luego de presentar al abogado Aquiles Parada como nuevo fiscal adjunto de la institución que se encarga de investigar y perseguir a quienes comenten algún delito.