En la mesa hay un par de cervezas. De fondo suena un mix de música salsa. Son pasadas las tres de la tarde y en el bar “El Ancla” ya hay algunos clientes que departen con bebidas alcohólicas. Es uno de los bares de El Cafetalón, de Santa Tecla, que se niegan a morir.
En sus manos dicen tener un salvoconducto que bloquea las intenciones del alcalde Roberto d’Aubuisson de suprimir esos locales. Algunos ya cerraron. Pero, al menos tres, siguen funcionando con aparente normalidad. Los meseros siguen sirviendo cerveza y boquitas para acompañar la bebida.
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El pleito jurídico inició pocos días después que d’Aubuisson llegó a la alcaldía tecleña (en mayo del año pasado), luego de vencer en las urnas a Armando Flores, candidato del FMLN y su principal contrincante. El nuevo edil había prometido en campaña recuperar el Paseo El Carmen para volverlo a sus orígenes: menos venta de alcohol y menos ruido de música.
Pero el nuevo alcalde se encontró con otros bares que, a simple vista, reñían con la ley: en el entorno hay un centro deportivo, un colegio, una biblioteca infantil y un local de Cruz Roja. A pocos metros también está ubicada una morgue de Medicina Legal y un centro judicial.
D’Aubuisson comenzó a denunciar que su antecesor (Óscar Ortiz), quien estuvo 15 años al mando de la comuna tecleña, había violentado la ley al otorgar permisos a esos establecimientos. Y fue entonces que prometió cerrar esos bares cuanto antes.
No les dio tregua. En diciembre del año pasado cambió la ordenanza municipal y bloqueó la venta de alcohol en esa zona. Pero los comerciantes no se quedaron con las manos atadas y, en cuanto escucharon las intenciones del nuevo edil, en julio del año pasado, corrieron a presentar un recurso ante la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
No todos los empresarios de ese sector se movilizaron. Algunos hicieron oídos sordos y siguieron funcionando como si nada pasara. Por eso, cuando D’Aubuisson modificó la ordenanza municipal, en diciembre del año pasado, no tuvieron otra opción que cerrar o seguir funcionando solo como restaurantes.
El pasado martes, los empresarios de al menos tres bares de El Cafetalón armaron una conferencia de prensa para decir que iban a seguir vendiendo cervezas porque estaban “amparados” por una resolución de la Corte Suprema de Justicia.
No obstante, la mañana de este miércoles, el alcalde D’Aubuisson aseguró que esa resolución de la Sala de lo Contencioso Administrativo no es nada firme. «No es ninguna sentencia», dijo.
“Nosotros tenemos que responderle a la Sala de lo Contencioso, pero quiero dejar claro que ellos no han sido favorecidos, no hay una sentencia. La Sala solo ha recibido las peticiones (de los comerciantes), porque cumplen con los requisitos de formalidad”, explicó.
El edil indicó que aún falta presentar sus alegatos para justificar la prohibición del consumo de alcohol en esa zona que está rodeada de estudiantes que asisten al colegio y a la biblioteca.
“Nosotros estamos pidiendo la revocatoria de la suspensión del acto reclamado. Primero porque se han amparado con una ordenanza que ya no existe porque fue derogada. Estamos aplicando una nueva ordenanza. Nosotros como personas que cumplimos la ley queremos cumplir la medida cautelar que ha mandatado la Sala, pero lo han hecho con una ordenanza que ya no existe”.
Luego agregó que “nosotros estamos aplicando la nueva ordenanza puesta en vigencia conforme a derecho el 20 de diciembre. La demanda de ellos data de julio y se resolvió en diciembre, cuando ya existía la nueva ordenanza”.
D’Aubuisson explicó que ha delegado una Comisión de adjudicaciones y desadjudicaciones para permitir que los empresarios sigan invirtiendo en ese lugar pero ya no como bares.
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No todo es normal en los bares de El Cafetalón. Los clientes se han reducido en los últimos días. Meses atrás, a esa misma hora, las mesas estaban ocupadas por más clientes. Ahora son menos. Sin embargo, los empleados aseguran que no bajaran la guardia. La batalla sigue en pie. Y prueba de ello es que, este miércoles, pasadas las tres de la tarde, aún siguen vendiendo alcohol.