Ahora su actitud es diferente. Ha dejado atrás el hermético discurso de cuando era director de la Policía Nacional Civil (PNC). El nuevo ministro de Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, habla claro y sin ambigüedades. Al menos así se mostró este lunes en su primera entrevista televisiva.
Landaverde dijo que la tregua entre pandillas, pactada en marzo de 2012, fue una salida «fácil» a un problema de inseguridad que con los años se volvió más complejo. Destacó que durante su gestión en la Policía logró desarticular a estructuras claves que delinquían con mucha libertad.
El funcionario dejó claro que respaldará a la corporación policial desde su cargo como ministro de Seguridad.
«Yo quiero dirigirme a mis compañeros y compañeras de la Policía Nacional Civil. Denle con todo, van a tener el respaldo de este ministro porque es un policía más que juega un rol diferente, pero que lo vamos a tratar de desarrollar siempre teniendo en mente que la Policía es una institución que juega, en este momento, un papel importantísimo para la vida nacional», manifestó en la entrevista Hechos AM.
El ministro indicó que todo «fenómeno tiene un ciclo», pero que la violencia se puede enfrentar y superar. Señaló que en muchos sectores y comunidades del país han logrado cambiar el panorama de inseguridad.
«Consideramos que en El Salvador llegó el momento de un punto de inflexión, es decir, un cambio en la tendencia. Eso lo podemos demostrar, en primer lugar, porque el país entero negó la posibilidad de buscar salidas fáciles y que aparentemente llevan un alivio», dijo refiriéndose a la tregua entre pandillas.
Luego agregó que «ha llegado el momento de un cambio, el punto de inflexión es ya, y todos tenemos que trabajar en eso. Ha llegado el momento de que cambiemos la tendencia y que impulsemos a El Salvador».