Manuel Enrique Javier Guzmán desenfundó su pistola y le disparó tres veces al cantinero que se negó a darle una botella de licor en una cantina del centro de Soyapango. Era la tarde del 7 de abril de 2015 y ya llevaba varios tragos adentro.
Por suerte, ninguno de los disparos alcanzó al cantinero, quien al ver que Javier Guzmán sacaba el arma se aventó detrás del aparador de cemento y logró salir ileso.
Luego del escándalo y quizá creyendo que el cantinero estaba muerto, Javier Guzmán se dio la retirada y dos horas más tarde fue capturado por miembros de la Policía Nacional Civil (PNC) que lograron someterlo y procesarlo por el delito de Homicidio Tentado.
Estos hechos fueron reconstruidos y comprobados por la Fiscalía General de la República que este viernes logró condenar a Javier Guzmán por haber atentado contra la vida del cantinero.
El tribunal quinto de sentencia de San Salvador explicó que las pruebas presentadas por la Fiscalía, como el estudio de trayectoria balística y peritajes en el arma e imputado fueron fundamentales para determinar la responsabilidad del imputado en los hechos acusados.