El diputado del partido ARENA, Ernesto Muyshondt, criticó este viernes a los querellantes del caso penal del expresidente Francisco Flores por solicitarle al Tribunal Quinto de Sentencia de San Salvador que emitiera un oficio para que médicos del Hospital Rosales también evaluaran la salud del expresidente Francisco Flores.
«Es lamentable como ha actuado la querella que no les basto el reporte de Medicina Legal», dijo el legislador en la entrevista televisiva Hechos AM. Agregó que era «lamentable que alguna gente quiera usar el dolor ajeno».
El pasado miércoles el equipo querellante solicitó al Tribunal Quinto de Sentencia que médicos del Rosales evaluara la salud del exmandatario. Los jueces libraron un oficio horas después.
«Actualmente el paciente se encuentra en coma con deterioro neurológico irreversible», señaló un informe de un equipo de especialistas del estatal hospital Rosales que evaluó la condición del exmandatario por orden del tribunal Quinto de Sentencia y a pedido de la parte querellante en el juicio que se le sigue a Flores.
El expresidente, de 56 años, se encuentra internado en el Hospital de la Mujer desde el pasado domingo a causa de un coágulo que le produjo un «edema cerebral severo de la arteria cerebral media izquierda», según el informe médico que fue presentado al tribunal por un neurólogo, un neurocirujano y un cardiólogo del hospital Rosales.
Flores ha sido sometido a varias cirugías y es mantenido en una sala de cuidados intensivos, según sus abogados. Sin embargo, los estudios no permiten determinar si el exmandatario enfrenta una «muerte cerebral», según los extractos del informe médico divulgados por los tribunales capitalinos.
Los especialistas médicos también señalaron que lo ocurrido a Flores, quien gobernó de 1999 a 2004, «no tiene relación con el diagnóstico previo de trombosis venosa profunda de miembros inferiores» que padece desde hace poco más de un año.
El expresidente afronta la justicia acusado de malversar 15 millones de dólares donados por Taiwán durante su mandato para programas sociales, cuyos fondos no entregó a las arcas del Estado.