La Policía Nacional Civil (PNC) pilló y capturó a 56 conductores borrachos, dos de ellos manejaban con 747 miligramos de alcohol sobre decilitro de sangre, es decir, que había consumido dos botellas de ron, vodka, aguardiente de caña o unas 28 cervezas.
También fueron detenidas tres mujeres que conducían con hasta 500 grados de alcohol en la sangre.
El grado de alcoholización es mucho mayor en comparación al de las vacaciones de finales de 2014, según Ricardo Cook, director de Toxicología del Ministerio de Seguridad en una conferencia de prensa en la que dio a conocer las estadísticas del Plan Belén.
«Eso es tener poco respeto por la vida propia y la de los demás conductores», comentó.
En el periodo de vacaciones la Policía realizó unas 2,000 pruebas de alcoholemia.