El Salvador
lunes 25 de noviembre de 2024

Mató a su esposa en San Vicente para quedarse con $120 mil y casa en Australia

por Redacción


Luego de matar a su esposa, José Corvera llamó a la familia de esta y le dijo que un grupo de sujetos los había asaltado y matado a su mujer.

José Corvera y su esposa viajaban en una camioneta Nissan color gris sobre una carretera en la jurisdicción del municipio de Tecoluca, San Vicente, cuando de repente el hombre decidió cambiar el trayecto y tomó un callejón que los alejó del asfalto, sobre una calle de tierra. Candelaria Esperanza de Corvera, a sus 50 años de edad, no creyó en los pretextos del porqué se alejaban. Sabía que algo andaba mal.

Luego de profundizarse un poco en el terreno irregular, José bajó a su esposa, una salvadoreña nacionalizada hacía varios años en Australia, y empezó a discutir. La mujer, al ver que su esposo desenfundaba el arma se abalanzó sobre él y empezó a forcejear.

Corvera jaló del gatillo y destrozó los dedos de su esposa que tapaban la boquilla del cañón. La mujer cayó al suelo, herida e indefensa, y segundos después su esposo le descargó los tiros que quedaban en el arma.

Montado en su vehículo, José Corvera, con 54 años de edad encima, se alejó del cadáver de su mujer y avisó a la familia con una versión falsa de lo que había sucedido: un asalto a mano armada, dijo, ha dejado muerta a mi mujer y a mí vivo por milagro. Corría día 12 de abril del año 2012.

Pero la familia no lo creyó del todo. Era de conocimiento de todos ellos que Corvera tenía un fuerte interés en recibir un seguro de vida de más de $120 mil en efectivo que dejaría su mujer en caso de muerte, además de todos los bienes materiales que compartían, en especial la casa en Australia que ahora pasará a su nombre.

Luego de la denuncia, las investigaciones de la Fiscalía General de la República determinaron que José Corvera era el asesino de su propia esposa y fue capturado en enero del 2014 por orden administrativa.

Así lo demostró el Fiscal del caso de la Unidad de Vida de San Vicente con base a la declaración de varios testigos protegidos, bitácoras de llamadas, y la denuncia del crimen, hora después de los hechos.

Tras casi dos años de investigación, la Fiscalía logró validar las pruebas de cargo, y el Juzgado de Sentencia de San Vicente emitió este viernes 11 de diciembre un veredicto de culpabilidad y lo condenó a 35 años de cárcel.