– Ya te lo habíamos dicho, perrito. La onda es que no te queremos volver a ver aquí o te vamos a matar.
El que hablaba era “El Nazi”, un pandillero de la Mara Salvatrucha de la zona de Santiago Texacuangos, en San Salvador, que con naturalidad amenazante apuntaba con su nueve milímetros a Roberto*, un vendedor de productos de primera necesidad que, a eso de las 3:00 de la tarde, repartía su producto por las tienditas de la lotificación Los Naranjos.
Era cierto. Días antes, los pandilleros de la zona identificados por los sobrenombres El Camello, El Gordo, El Nazy, El Ese, El Extraño, El Little y El Demente, reunidos en una esquina cerca de una tienda de productos varios, habían visto pasar al vendedor del pick up azul varias veces por la zona y, luego de cuestionarlo y pedirle dinero para dejarlo vender, le advirtieron que mejor ya no llegara, que no lo querían ver ahí.
Pero Roberto no hizo caso y siguió ofreciendo su mercadería a los pocos clientes que logró encontrar. Fue por eso que los pandilleros lo esperaron en la misma esquina para hacerle una última amenaza y darle un “escarmiento”: esta vez le enseñaron dos pistolas (una sostenida por El Nazy y la otra por El Demente) y le quitaron la billetera con la venta del día y un poco de mercadería.
Según relata el expediente judicial del caso, los pandilleros se aproximaron al vehículo, rodeándolo y le apuntaron con las pistolas. Lo bajaron del carro, lo hincaron y le quitaron la camisa y mientras los demás seleccionaban la mercadería a robar, El Camello se le acercó y le dijo en tono amenazante “Aquí manda y controla la Mara Salvatrucha”.
Por su no fuera suficiente amenaza, El Demente cargó el arma y, haciendo un amago de apuntarle a Roberto, disparó hacia el suelo, a unos centímetros de donde estaba hincada su víctima. Otro de los pandilleros le sacó la billetera y los $200 que llevaba adentro. El Extraño y El Little bajaban la mercadería que más tarde Roberto calcularía en unos trescientos dólares.
A pesar del temor que le generó la amenaza de la pandilla y a sabiendas de que después de esto no podría volver nunca más a la zona, Roberto se atrevió a denunciar esa misma tarde en el puesto de la Policía Nacional Civil (PNC) del municipio de San Marcos, por lo que los agentes montaron un operativo de búsqueda, ya que ya tenían identificados a los pandilleros que se sentaban en la esquina donde ocurrieron los hechos.
Dos días después fue capturado José David Reyes Sánchez, alias El Nazy, al interior de su casa en el pasaje Los Claveles, de la colonia Los Naranjos, en Santiago Texacuangos. Al siguiente día fue atrapado Viker Dagoberto Luna, alias El Extraño; Kevin Oswaldo Valle Pineda, alias El Ese y Elmer Vladimir Martínez, alias El Little. Estos dos últimos fueron condenados a diez años cada uno el pasado jueves por el tribunal Primero de Sentencia de San Salvador, por los delitos de robo agravado.
*El nombre de la víctima fue cambiado por su seguridad.