El Salvador
sábado 16 de noviembre de 2024

Pandilleros a privados de libertad: “Con la Mara Salvatrucha no se juega”

por Redacción


Las víctimas trataron de explicar que lo único que hacían era buscar un taller en donde reparar su motocicleta. Pero, de pronto, los sujetaron del cuello y los comenzaron a mover hacia otro lugar. Ni siquiera podían moverse, la angustia se apoderó de ellos.

«Hey bichos, párense ahí”, les gritaron a Ricardo y a Josué (nombres ficticios), quienes transitaban por unas desoladas calles del Barrio Santa Anita de San Salvador. Ellos fingieron no escuchar y siguieron caminando más a prisa. En seguida, tres hombres con aspecto pandilleril se les aproximaron y les bloquearon el paso.

Los dos jóvenes habían llegado a ese lugar buscando a un mecánico de un taller para que les reparara una motocicleta que se les había arruinado. Caminaban desprevenidos, confiados que nada malo les iba a pasar. Por eso se sorprendieron cuando el grupo de pandilleros les bloqueó el paso. Eran pasadas las doce del mediodía del pasado primero de marzo.

Cuando los interceptaron, las víctimas trataron de explicar que lo único que hacían era buscar a un mecánico que les habían recomendado para reparar su motocicleta. Pero, de pronto, fueron sujetados de su cuello y los comenzaron a llevar hacia otro lugar. Ni siquiera podían moverse, la angustia se apoderó de ellos.

¿De dónde son?, ¿qué vienen hacer aquí?, ¿a qué pandilla pertenecen?, fueron algunas de las interrogantes que los pandilleros les hicieron a los jóvenes con un tono de intimidación.  Los jóvenes estaban asustados. Pero, sin embargo, respondieron con toda seguridad que no pertenecían a ninguna pandilla y reiteraron que lo único que buscaban era un taller.

Después, los pandilleros obligaron a los jóvenes a caminar hasta un pasaje de la colonia San Antonio del Barrio Santa Anita. Ahí los retuvieron por un lapso de quince minutos. Les pidieron los documentos de identidad y llamaron a otro pandillero.

Uno de los pandilleros se acercó a los jóvenes y le ordenó a otro de los suyos que fuera a traer un arma de fuego, «porque estos bichos aquí van a  quedar muertos. No saben con quién se han metido; con la Mara Salvatrucha no se juega”, dijo en voz alta, como sentenciando a los detenidos.

Las víctimas sintieron más temor y trataron de explicar nuevamente que su única intención era buscar un taller en ese lugar. Los pandilleros comenzaron a darles puñetazos y patadas. Además de eso, los registraron y les quitaron dos teléfonos celulares valorados en $155.

Cuando las víctimas intentaron escapar, los pandilleros se les abalanzaron y forcejearon durante algunos minutos. Finalmente los jóvenes pudieron correr con libertad. Los pandilleros les comenzaron a realizar algunos disparos, pero ellos siguieron corriendo hasta lograr salir de esa zona.

Con cierta desesperación abordaron el primer bus que encontraron en el camino. La unidad era de la ruta cinco. Cuando pasaron por El Castillo de la Policía Nacional Civil (PNC), ubicado en el centro de San Salvador, se bajaron y fueron a interponer una denuncia. Relataron todo lo que había sucedido.

Ricardo y Josué se trasladaron a Medicina Legal donde les realizaron exámenes físicos; mientras que los agentes policiales se trasladaron al lugar de los hechos y capturaron a algunos de los sujetos que participaron en la privación de libertad.

El pasado 4 de noviembre, un Tribunal de Sentencia de San Salvador condenó al pandillero de la Mara Salvatrucha Saúl Ernesto Martínez Mártir a nueve años y cuatro meses de prisión. El joven de 19 años de edad fue acusado por los delitos de privación de libertad, robo agravado y lesiones.