José Gerardo Ticas trabajaba en la residencial Jacarandas. Al terminar la jornada siempre abordaba en la comunidad Palos Grandes el autobús que lo llevaba de vuelta a casa en San Juan Opico. Ese fue el motivo que tuvo el Barrio 18 facción Revolucionarios para asesinarlo a sangre fría.
Ticas fue acribillado esta mañana en Lourdes Colón, La Libertad, en el kilómetro 24 de la carretera que conduce a Santa Ana. Su cuerpo quedó tendido cerca de una cruz.
De acuerdo con fuentes policiales la residencial Jacarandas la controla la Mara Salvatrucha (MS-13) pero al cruzar la calle el control lo tiene el Barrio 18 en la comunidad Palos Grandes. Todos los días la víctima debía cruzar esa línea de fuego que siempre está vigilada por ambos bandos.
Las fuentes explicaron que desde antes que Ticas saliera a abordar la unidad del transporte colectivo un sujeto con camisa roja se paseaba en una bicicleta. Cuando lo vio llegar sacó el teléfono móvil y se puso a hablar. De los matorrales salió un grupo de pandilleros que empezaron a interrogar a la víctima, le pidieron el DUI, le intentaron robar pero se resistió. Lo golpearon y acribillaron lentamente.
Herido el trabajador les suplicó que no lo mataran, incluso se arrastró en su intento de huir pero le pegaron el tiro de gracia.
Las fuentes explicaron que en Lourdes existen los llamados “pasillos de la muerte”, zonas en las que nadie debe caminar porque de lo contrario será asesinado sin importar quien sea. Ese concepto se aplica también en las cárceles.
Este tipo de emboscadas las ocupan regularmente los pandilleros de la zona.