El estallido fue tan repentino que generó confusión. Las personas que se encontraban cerca terminaron aturdidas. Frente a las instalaciones del Ministerio de Hacienda acaba de estallar un coche bomba. Eran pasadas las once de la noche.
Desde finales de agosto pasado, el fiscal general, Luis Martínez, de aseguró que había girado órdenes de captura contra pandilleros que tenían explosivos y que estaban planificando atentados contra funcionarios e instituciones de Gobierno.
El 29 de agosto, cuatro días después que el fiscal brindara esa información, autoridades policiales confirmaron sobre un vehículo con explosivos abandonado frente al Ministerio de Justicia. Luego hubo algunas falsas alarmas, como la del SITRAMSS.
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Pero el jueves por la noche las pandillas lograron hacer estallar un coche bomba frente al Ministerio de Hacienda. Dos personas que se encontraban en el lugar y un agente policial que procesó la escena narran sus impresiones.
El empleado
Yo aún estaba en la oficina cuando escuché un estallido. Se oyó así como cuando explota un transformador. Puchica, dije yo. Me asusté porque pensé que había pasado algo en el edificio. Pero me quedé en el mismo lugar, sentado, hasta que terminé lo que estaba haciendo.
Al buen rato bajé y le pregunté a uno de los vigilantes que qué era lo que había sucedido. Un carro estalló, me dijo. Aquí afuera, le pregunté. Sí, me respondió. Yo encontré bien raro porque no escuché una explosión tan fuerte. Sonó así como cuando revienta un mortero, o así como cuando se va un transformador.
Cuando me fui asomar vi que ya estaba el ´pedacero´ del carro esparcido por la calle. El vigilante dice que no vio fuego, solo humo. Pero ya Dios lo protege a uno, porque a esa hora no hay mayor tráfico de personas por aquí. Y yo aún no había salido.
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Foto D1: Salvador Sagastizado
El vigilante
La verdad es que yo estuve desde la tarde y no vi nada anormal. Lo único que temprano observé que vino la Policía, estuvieron aquí como 20 minutos y luego se fueron. Quizá ya les habían avisado que algo raro estaba pasando.
Pero, como repito, temprano no vi nada sospechoso. Y como aquí la gente parquea los vehículos. Cuando yo estoy de turno le digo a la gente que es prohibido parquearse, pero que si lo hacen se arriesgan a que les pongan una multa.
Ahora que recuerdo, una noche antes vi que un vehículo subió y se quedó ahí donde explotó este otro carro. Solo que ese era de color negro. Eso sí, ese movimiento me pareció extraño. ‘Chis’, que loco este baboso dije yo. De ahí nunca pensamos que algo así iba a ocurrir.
Cuando el carro explotó yo me encontraba en la cafetería. Pero me levanté rápido y comencé a caminar en dirección a la entrada principal. Y observé lo que había pasado. Ahí me encontré a otro compañero y le pregunté qué era lo que había pasado. Esto parece un atentado terrorista, me respondió.
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El policía
(El agente llegó minutos después de la explosión). Desde que llegamos aquí supe que se trataba de un coche bomba. Ese volado es un atentado terrorista, les dije a los compañeros. El carro tenía reporte de robo, o sea que ya estaba destinado para eso.
Al parecer ese volado era con tiempo o algo por el estilo. No creo que en el instante hayan tirado un explosivo contra el carro. Todo parece que les dio tiempo de pegar la huída en otro vehículo. Lo malo de aquí es que no hay cámaras de vigilancia y así no se logra saber bien cómo fue la jugada.
Ahí solo una persona que nos dijo que observó a un vehículo que salió rápido después de la explosión. Yo vi que el carro que utilizaron había quedado como que era una flor. Por toda la calle volaron pedazos del vehículo. Este pedazo de hierro (señala una varilla metálica que está en el suelo) es del parabrisas trasero.
Ya antes habían puesto dos (coches bomba). Lo único que este sí exploto. A ver el próximo dónde lo van a poner, porque esto va de mal en peor. El detalle es saber dónde. Poco a poco se van acercando. Esto está fregado.
Foto D1: Salvador Sagastizado