Los 14 reos asesinados en el penal de Quezaltepeque fueron asfixiados y asesinados con armas cortopunzante. Así lo confirmó este jueves el director de Centros Penales, Rodil Hernández.
“Ellos (los reos) fueron asfixiados, asfixia mecánica según los resultados de Medicina Legal, y después atacados con algunas armas cortopunzante de fabricación artesanal”, expuso en la entrevista República SV.
El funcionario aseguró que la masacre “fue un acto rápido” que los custodios no lograron impedir. Señaló que debido al hacinamiento y a la infraestructura del penal fue difícil evitar la matanza.
“Por las pruebas que se van recabando, podríamos decir que el hecho fue muy rápido. Ahí tenemos a una gran cantidad de privados de libertad en un espacio muy reducido. Hay un gran porcentaje de hacinamiento en el centro penal de Quezaltepeque y la infraestructura no permite ejercer un control más efectivo”, reconoció.
En cuanto a la hipótesis de la masacre, el director de penales dijo que seguían manteniendo la misma que brindaron horas después de los hechos.
“Aún sostenemos que fue una purga interna en la estructura delincuencial que está recluida en ese penal. Estamos verificando los motivos y la forma en que se realizó y en los próximos días esperamos tener un resultado”, expresó.
Señaló que la investigación no la hacía directamente Centros Penales, sino la Policía Nacional Civil (PNC) y de la Fiscalía General de la República (FGR.
“El hecho fue fulminante. El proceso de investigación es complejo para individualizar a los que participaron en cada uno de los hechos. Tuvieron que haber participado una considerable cantidad de reos”.
El funcionario reconoció que “no hemos complementado al 100 por ciento del sistema de videovigilancia” y que no tenían videos de los hechos ocurridos en el penal de Quezaltepeque.