Representantes del Estado salvadoreño y de la firma italiana Enel Green Power pusieron el punto final a un largo litigio este lunes en Washington. El acuerdo alcanzado permite que el Grupo CEL recupere el total de las acciones de LaGeo que habían estado en manos de la empresa italiana.
Tanto la negociación como la ratificación del acuerdo se llevó a cabo en Washington, en la sede del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI). El Estado salvadoreño fue representado por el Fiscal General de la República, el secretario de Asuntos Legislativos y Jurídicos de la Presidencia y el presidente de Grupo CEL.
El primero en pronunciarse fue el presidente del Grupo CEL, quien expresó que “ahora inicia una nueva etapa para la geotermia salvadoreña”, al tiempo que señaló que solo en el último semestre ya ha anunciado inversiones en diversos proyectos que estaban paralizados debido al diferendo.
“Este conflicto duró más de 8 años; el país había perdido en todos los arbitrajes y lo más conveniente para los intereses de los salvadoreños era buscar un acuerdo razonable, pues de seguir así teníamos una serie de proyectos de inversión totalmente paralizados. Después de ese arreglo ya hemos anunciado más de 500 millones de inversión en otras áreas”, dijo David López Villafuerte, presidente de Grupo CEL.
La empresa italiana Enel Green Power decidió dejar su operación en El Salvador y vender el 36.2 % de las acciones que poseía en la generadora geotérmica LaGeo, en una operación que sumó 280 millones de dólares.
“Logramos un excelente acuerdo no solo por el monto acordado por la compra de las acciones a Enel, sino también por la forma de financiar esto. El oro blanco, que es el vapor de nuestro subsuelo, volvió a ser de los salvadoreños. Ahora ya podemos hablar de una diversificación de la matriz energética. Solo en este semestre ya hemos anunciado 3 nuevos proyectos de energía geotérmica desarrollados por el Grupo CEL, y muchos otros proyectos vienen en camino”, agregó López Villafuerte.
El diferendo comenzó en 2008, cuando ENEL decidió llevar al país a un arbitraje internacional porque se le negó la posibilidad de superar el 50 % de posesión accionaria en la compañía.
“Hay lecciones aprendidas en todo esto, especialmente sobre el respeto a la ley, la forma como fue dado ese proceso fue violatorio a la Constitución porque debió ser autorizado por la Asamblea Legislativa, pero gracias a Dios se logró recuperar nuestro patrimonio”, sostuvo López Villafuerte.
Al haber finalizado el litigio con Enel inicia una nueva etapa para el Grupo CEL, la cual comienza con un nuevo diseño de la matriz energética que ya está siendo dado a conocer.
“El mercado energético del país se está modernizando. Otra de las lecciones que nos dejó este litigio es que era necesario disponer de una institucionalidad fuerte, recuperar el prestigio para que otros posibles inversionistas pongan los ojos en el país, como ya está ocurriendo, y abrir las nuevas inversiones a las empresas locales, como ya lo estamos haciendo con CASALCO, que las inversiones se queden aquí, y que los empleos que creemos sean para los salvadoreños”, afirmó.
“Al haber puesto fin a este conflicto se viene una nueva etapa en la que ya iniciamos con la creación de una nueva matriz energética. Los costos de la energía bajaron en más del 30 % y estamos explorando nuevas fuentes de generación. Ya salimos del desorden que heredamos y ahora hemos iniciado esta nueva etapa para el desarrollo energético del país, las mejores obras están por llegar”, indicó David López Villafuerte.