El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, catalogó de “injusto” la nueva propuesta del Gobierno de gravar con un impuesto del 10% a todos los usuarios de teléfonos móviles para invertirlo en el área de seguridad pública.
En la conferencia de este domingo, Escobar Alas aseguró no estar en contra de los impuestos, pero sí que se les aplique a las personas de escasos recursos económicos.
“A mí no me parece justo y lo digo con todo respeto. Y no es que esté en contra de los impuestos, pero que sean impuestos justos y que se usen como deben usarse, con toda transparencia, por el bien de la sociedad. Esa es la manera de sacar al país adelante. Y que lo paguen las personas que más tienen. Ojalá que se reflexione para no cometer otra injusticia más que ya bastantes llevamos en esta sociedad”, expuso.
El religioso señaló que antes de pensar en nuevos impuestos, el Gobierno debería de regular muchas cosas como la evasión fiscal que cometen algunos empresarios y comerciantes del país.
«Está bien que se realice el aspecto tributario, pero abría que ajustar muchas cosas. En primer lugar que todos paguen los impuestos, la evasión es algo injusto. Y no lo digo yo, esto es de ley, de justicia social. Y después habría que pensar en los impuestos para las personas que sí lo pueden pagar», manifestó.
En cuanto al debate que el nuevo impuesto sea aplicado directamente a las telefónicas y no a todos los usuarios como lo ha planteado el Ejecutivo, Escobar Alas piensa que «esa tendría que ser la línea».
«Yo he oído una discusión que dice que está bien que lo paguen las telefónicas de sus ganancias, en esa línea tendría que ser. Y no es que esté a favor de un partido o de otro. No. Lejos de eso estoy viendo el bien de la sociedad… Los impuestos no son para gravar a los más pobres».
El pasado jueves, el gobierno de Salvador Sánchez Cerén presentó a la Asamblea Legislativa una propuesta de impuesto especial que será financiado por todos los usuarios de servicios telefónicos en todas sus modalidades. Al costo de cada factura se le sumará el 10% sobre el total lo que dejará cada año unos $140 millones de dólares que serían invertidos en el área de seguridad.