Enero 334 homicidios, Febrero 312, marzo 482, abril 421, mayo 641, junio 677, julio 467 asesinatos… Los números de asesinatos durante el 2015 fueron en ascenso. Solo de enero a julio ocurrieron 3,332, según datos del Instituto de Medicina Legal (IML). Pero, entre todos, 2,708 fueron cometidos con armas de fuego.
El IML, en los diferentes crímenes ocurridos en todo el país al determinar la causa que provocó la muerte, tipifica las armas utilizadas como de fuego, arma blanca sin especialidad, objeto contundente (como un martillo), asfixia por estrangulación o ahorcado, objeto contuso (como una piedra), objeto corto contundente (un palo), otros no especificados. También incluye si los cuerpos son irreconocibles, dando paso a que no se logre estipular la causa de la muerte.
Durante esos siete meses de este año, junio fue donde un 84.19 % de los crímenes se dieron con armas de fuego. Los 570 casos, según especialistas del IML, se pueden atribuir a que son cometidos por las pandillas debido a la facilidad para actuar: llegan, atacan y huyen.
El año inició con 259 homicidios propiciados con esta arma (77.54 %), febrero se mantuvo con 257 (82.37 %), en marzo fueron 375 homicidios (77.80 %) y abril 331 (78.62 %), según Medicina Legal. En mayo la cifra subió: en 526 homicidios el tipo de arma usada fue la de fuego, junio sucedieron 570 (84.19 %) y julio 390, 83.51 %. La Policía Nacional Civil (PNC) ha logrado detectar que, en su mayoría, son armas cortas las que son usadas para operar.
El hecho de que hayan más crímenes cometidos con balas, aseguran los especialistas en el área, propicia que haya niños, personas expuestas, en espacios abiertos que terminen siendo víctimas de la violencia.
La mayor alarma que se genera a partir de identificar que son las armas de fuego las más utilizadas es el alto uso que tiene la población –o grupos criminales- de los artefactos; muchas de estas usadas de forma ilegal. Algunas autoridades, tanto militares como de la PNC, han reconocido que se investiga si existe fuga de parte del armamento del Estado y que estarían en manos de criminales.
El director policial, Mauricio Ramírez Landaverde, hace unos meses no descartaba la filtración, pero evitó dar detalles al respecto. “Es posible la fuga de armamento, pero todos esos casos se están investigando. Los que hemos podido capturar han sido de los miembros de la institución que sustraen y venden o facilitan uniformes o equipos”, declaró hace unos meses a este medio.
Según el registro de Medicina Legal, en 2014 se contabilizaron 3,912 asesinatos, en 2013 hubo 2,513 y en el 2012 2,594, considerando que en los dos últimos años la baja de homicidios se debería a la tregua entre las principales pandillas del país.