Reina Dominguita Castrillo de González, de 53 años de edad, fue capturada por la Policía Nacional Civil (PNC) luego de que se le acusara de haber secuestrado a una niña mexicana de dos años de edad y mantenerla privada en su casa de habitación en el departamento de La Unión, al oriente de El Salvador.
De acuerdo con la Fiscalía General de la República, la niña fue localizada y rescatada, en un procedimiento conjunto con la Unidad de Investigación Criminal Transnacional de la PNC y la Junta de Protección del CONNA de la Unión.
Según la información fiscal, Castrillo de González es una reconocida traficante de personas de la zona oriental, y ahora es acusa por la Fiscalía del delito de privación de libertad agravada en perjuicio de la niña mexicana.
Las autoridades localizaron a la menor luego de ser advertidas de que una niña menor de edad estaba en estado de abandono, con mala alimentación y bajo peso, en la casa de la imputada.
Por su parte, las autoridades mexicanas entraron a conocer del caso, ya que ellos tienen activa una alerta de niña desaparecida en julio de este año, cuyas características se asimilan a la menor rescatada en La Unión, lo que hacer creer a las autoridades podría tratarse de la misma.
“Al momento de proceder a la localización y rescate de la niña, la imputada manifestó una serie de versiones erráticas y distorsionadas, sobre la procedencia de la menor víctima, sobre los padres de la misma y sobre las razones por las cuales ella la tenía bajo su aparente cuido”, dice el comunicado de la Fiscalía.
De acuerdo con las autoridades, Castrillo de González no pudo presentar ninguna documentación legal sobre la niña, como partida de nacimiento o controles de vacunas. Investigaciones preliminares indican que las pretensiones delictivas de la imputada era llevarla hacia Europa, con fines económicos.
Asimismo han solicitado realizar una serie de pruebas de tipo científico de ADN comparativos entre los padres mexicanos que han denunciado la desaparición de su hija, así como con algunos otros que podrían considerarse ofendidos.