Dos agentes de la de la Policía Nacional Civil (PNC) murieron la mañana de este martes tras una emboscada en un cantón del municipio de San Matías, departamento de La Libertad.
El agente José David Rivera falleció en el lugar del ataque perpetrado por un grupo de pandilleros, mientras que otros dos policías fueron trasladados al hospital general del ISSS de San Salvador. Pero uno de los lesionados, el sargento José Mario Gómez, murió antes de ser atendido en el centro hospitalario.
«Tenemos que lamentar la muerte de dos nuestros agentes en este ataque», dijo el subdirector de la Policía Nacional Civil (PNC), comisionado Howard Cotto.
Señaló que uno de los policías murió en el lugar del ataque, mientras que otro falleció cuando era trasladado en un helicóptero a un hospital en San Salvador.
De acuerdo con el subdirector de la PNC, los tres agentes llegaron en una patrulla al cantón Santa Rosa de San Matías para investigar pues tenían conocimiento de que en ese lugar se escondía un pandillero buscado por la justicia.
Al llegar al lugar, unos cinco pandilleros armados salieron de una casa y «abrieron fuego contra nuestros compañeros y luego huyeron», explicó Cotto.
Los heridos fueron trasladados al Hospital del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) de San Salvador en un helicóptero.
La PNC montó un fuerte operativo de búsqueda de los pandilleros que asesinaron a los agentes de la corporación policial.
En lo que va del año, 38 agentes de la corporación policial han sido asesinados por las pandillas.
Las pandillas exigen ser incluidas en un diálogo nacional que encabeza el gobierno sobre el tema de la violencia, pero el presidente Salvador Sánchez Cerén ha rechazado cualquier diálogo con los grupos criminales.
En ese sentido, todos los miembros del Consejo Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana aprobaron el miércoles pasado,por decisión unánime, darle un rotundo “no” al diálogo que los líderes de las principales pandillas de El Salvador, la Barrio 18 y la Mara Salvatrucha, vienen pidiendo desde hace años para cesar la violencia.
La semana pasada, las pandillas realizaron un paro al transporte colectivo. Una de las respuestas del gobierno fue trasladar a prisiones de máxima seguridad a decenas de pandilleros presos en cárceles comunes, entre ellos dos cabecillas que son considerados los directores intelectuales del boicot.
Las repercusiones del paro en la economía no han sido estimadas, pero los empresarios de autobuses calculan que han perdido cerca de 800,000 dólares por la paralización.