Un joven salvadoreño, que huyó de la violencia en El Salvador hacia Estados Unidos, fue brutalmente asesinado a machetazos en la Florida por un compañero de cuarto de un internado de capacitación.
La madre de José Amaya Guardado dijo que trajo a su hijo a Estados Unidos hace nueve años para escapar de la violencia en su El Salvador natal, pero ahora la familia llora su muerte en lo que la policía calificó de ataque brutal con un machete, según el diario Nuevo Herald.
«Traje a mi hijo de allá porque allá mataban gente», aseguró Lucía Guardado en la casa de la familia en Miami-Dade. «Jamás imaginé que le harían algo así a mi hijo aquí».
La policía de Miami-Dade acusa a cuatro jóvenes de homicidio simple. Estos son Kaheem Arbelo, de 20 años; Jonathan Lucas, de 18; Christian Colon, de 19, y Desiray Strickland, de 18.
Se prevé que ocurran más detenciones.
De acuerdo con informes policiales, los sospechosos planificaron el ataque con dos semanas de anticipación.
La investigación de la Policía dice que los arrestados citaron a Amaya, de 17 años, a un área boscosa cerca de Homestead Job Corp , un internado de capacitación laboral para estudiantes en situación de riesgo dependiente del Departamento de Trabajo federal. En ese lugar el salvadoreño fue asesinado a machetazos y enterrado en una fosa poco profunda cavada con anticipación.
Los familiares iniciaron la búsqueda de Amaya después que desapareció el 28 de junio. Su hermano descubrió el cuerpo días después.
El padre del joven asesinado, Santos Amaya, dijo que José comenzó a asistir a esa escuela meses antes de su muerte. Agregó que José, el menor de sus hermanos, quería aprender mecánica de automóvil, pero la familia no sabía que en esa escuela aceptaban alumnos con antecedentes penales.
Señaló que su hijo compartía el cuarto con Arbelo, descrito en el informe policial como el autor principal del ataque en grupo.
Todavía se desconoce el motivo del asesinato.