Su nombre era Heidi. Tenía 12 años y padecía síndrome de Down. Fue asesinada el miércoles junto a sus padres cuando regresaban a su casa. La familia se conducía en un vehículo. De pronto, un automóvil gris los interceptó y los rociaron de balas. La mujer y el hombre agonizaron adentro del automotor. Heidi también murió junto a ellos.
El triple crimen ocurrió en una calle de la colonia Las Violetas del cantón El Zamorano, en el departamento de San Miguel. Los padres de la niña fueron identificados como José Antonio Márquez, de 45 años de edad, y Berta Alicia Rodríguez de Márquez.
Los atacantes que, según las primeras investigaciones policiales son pandilleros de la Mara Salvatrucha, les dieron seguimiento por varias cuadras y los ametrallaron en un sector desolado. En la escena se encontraron casquillos de fusiles AK-47 y M-16.
Los sujetos huyeron y dejaron abandonado el vehículo a orillas del río grande de San Miguel. La Policía Nacional Civil (PNC) verificó que el automóvil tenía placas que no le correspondían. De momento, la hipótesis policial es que el ataque se debió a que la familia no pagó la “renta” que pandilleros les exigían.
Pero, Heidi es tan solo una estadística más en el interminable número de niños asesinados en El Salvador. Solo en los primeros 13 días de agosto se registran cuatro niños víctimas de la violencia.
El primero de ellos se registró el pasado seis de agosto en la colonia Isla I, ubicada en el casco urbano de San Salvador. El niño, de 5 años de edad, se encontraba jugando en un pasaje. De repente, hubo un enfrentamiento entre pandilleros y soldados de la Fuerza Armada. Una de las balas disparadas por un efectivo militar perforó la cabeza de José V. El niño fue llevado al Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom y fue operado de emergencia. Actualmente continúa en la Unidad de Cuidados Intensivos.
El segundo caso se registró un día después. La víctima fue un estudiante de segundo grado identificado como Nelson N. Tenía nueve años de edad. El hecho ocurrió en el municipio de Aguilares, departamento de San Salvador.
Era de noche y Nelson regresaba a su casa acompañado de sus padres. Minutos antes había estado en un culto religioso. De pronto, un pandillero, que era perseguido para ser asesinado, se escudó en medio de las personas.
Pero a los atacantes no les importó y dispararon sin ninguna tregua. Las balas no alcanzaron al pandillero, pero sí a Nelson, quien cayó al suelo con el cráneo destrozado. Fue llevado al hospital Bloom pero murió horas después de haber sido intervenido por médicos de ese nosocomio.
El pasado domingo, una niña de ocho meses murió en los brazos de su madre en el cantón Tocamatepeque, municipio de San Pedro Perulapán, departamento de Cuscatlán. La niña murió asfixiada por el mismo pesor del cuerpo de su madre, quien fue acribillada a balazos por pandilleros.
Las cifras rojas de muertes de niños
De acuerdo con estadísticas brindadas por el Instituto de Medicina Legal (IML), de los 467 homicidios registrados en julio, 55 eran menores de edad. En el año se contabilizan 619 menores asesinados
Según Medicina Legal, en 2014 hubo 414 homicidios de niños y adolescentes menores de 18 años de edad. En 2013, fueron 281. En 2012 se contabilizaron 269 y en 2011 fueron 563.
Sin embargo, según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el primer trimestre del presente año, 203 fueron víctimas menores de 19 años de edad. Una era menor de de cuatro años. Entre los 10 y los 14 años sumaban 20 víctimas.
La mayoría de víctimas de niños y adolescentes fueron del sexo masculino. En total, en el primer trimestre se contabilizaron 188 varones.
El informe de UNICEF a nivel mundial “Ocultos a plena luz”, dado a conocer el año pasado, sitúa a El Salvador en el país con mayor tasa de homicidios contra niñas, niños y adolescentes.
El estudio detalla que en El Salvador hay 27 muertes (de niños y adolescentes) por cada 100 mil habitantes. El segundo país es Guatemala, con 22 niños asesinados; y el tercer lugar es para Venezuela, que registra una tasa de 20 víctimas.
María Teresa de Mejía, especialista de Protección de UNICEF El Salvador, reitera que con estas cifras El Salvador se consolida a la cabeza de los países con mayores tasas de homicidios contra niños.
“UNICEF manifiesta, una vez más, su indignación y profunda preocupación por los altos índices de criminalidad y violencia contra niñas, niños y adolescentes registrados en El Salvador”, expuso.
En este año, el Hospital Bloom ha atendido a 23 niños que han sido heridos con arma de fuego. En 2014, contabilizaron 14 niños heridos. Muchos de ellos fallecieron.