Al menos ocho personas han sido asesinadas en el departamento de Usulután en un lapso de 12 horas. La primera víctima fue identificada como Ernesto Hernández Cruz, de 38 años de edad. Fue asesinado anoche en la comunidad Las Papalotas, cantón San Marcos Lempa, municipio de Jiquilisco.
De acuerdo con autoridades de la Policía Nacional Civil (PNC), un grupo de pandilleros de la clica Esperanzas Locos Salvatruchos llegaron hasta la casa de la víctima y la asesinaron de varios disparos.
Hernández Cruz era un reconocido transportista de materiales de construcción. Una fuente policial aseguró que la víctima tenía dificultades para pagar la extorsión que los pandilleros le exigían y que ese podría ser el móvil del crimen.
Horas después, fue asesinado un joven identificado como Adonis Guevara, de 17 años. Lo atacaron pandilleros de la Mara Salvatrucha cuando jugaba fútbol en las canchas del cantón El Amatillo, municipio de Nueva Granada.
En otro hecho violento, Manuel Gavidia, de 73 años, fue ultimado a balazos en la colonia El Palomar, en la entrada a la hacienda La Carrera, municipio de Jiquilisco. La víctima era padre de un cabo de de la Policía.
Además, José Neftalí López, de 27 años de edad, falleció y otra persona más resultó lesionada cuando un grupo de pandilleros los ametralló en Puerto Ávalos, municipio de Jiquilisco. Los atacantes serían miembros de la pandilla MS, quienes se transportaban en un vehículo.
La ola de crímenes también se llevó a José Benito Martínez, de 23 años, quien murió durante un tiroteo en la colonia El Amate, en la cabecera departamental de Usulután.
La mañana de este martes, el hermano de un agente policial, identificado como José Dolores Machado Castro, de 62 años, fue acribillado en la comunidad La Línea, barrio El Calvario del mismo departamento.
“La víctima regresaba de dejarle el desayuno a la esposa cuando fue intervenido por pandilleros de la MS, lo golpearon y lo ejecutaron de varios disparos”, informó una fuente policial.
Otro hombre reconocido como José Baltazar Rivera, de 66 años, quien también era padre de un agente policial, fue asesinado en el cantón Gualache del municipio de Tecapán. La víctima era residente del cantón Jocote Dulce, ubicado en el municipio de Ozatlán.