La Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) está a las puertas de celebrar un segundo congreso sobre los usos estratégicos para cuidar de los recursos y generar más desarrollo.
Para el gerente de Energía de la ASI, Juan Ceavega, hay un objetivo que pretenden lograr con reunir a empresas que están en el ramo energético y es “enamorar a los consumidores finales de que existe una forma diferente de usar la energía”, que ayude a mitigar el cambio climático.
La ASI, explica Ceavega, insiste en la importancia de abrir canales que permitan a El Salvador ser autoconsumidor y evitar, así, depender del exterior cada vez que haya escasez.
“Sin seguridad energética no podemos desarrollarnos”, añade. Eso significaría que el país debe diversificar la materia energética: hacer uso de la biomasa, apostarle a la geotermia. La biomasa ahí está, dice Ceavega, pero no se ocupa como se debe. Y la geotermia, que es la base, se ha estancado. La ASI es de la idea que “sin energía no hay industria, sin industria no hay desarrollo económico, sin desarrollo económico no hay desarrollo social”. Sin embargo, el gerente de Energía llama a que esta debe ser cuidada.
“Somos muy irresponsables a la hora de consumir energía”, insiste Ceavega. La irresponsabilidad comienza desde casa, comenta, y llega hasta las municipalidades o hasta permitir que en horas de la madrugada haya vallas publicitarias encendidas a totalidad.
En el congreso, que llevará por nombre “La energía es indispensable para el desarrollo sostenible y competitivo regional”, se abordará el mercado eléctrico regional, energías renovables y la gestión energética o el uso racional de la energía, que pueda permitir que las empresas tengan estos proyectos y sea sustentable.
Este se desarrollará el 19, 20 y 21 de agosto y cuenta con un cupo de 300, de los que 90 ya están ocupados por extranjeros.
¿Cómo está el mercado eléctrico regional en cuanto a energía?
Hemos detectado que la biomasa es uno de los futuros combustibles de la región, porque tenemos más biomasa que petróleo, en otras regiones. Esta se renueva y no la hemos ocupado al máximo. Somos ricos en biomasa. Todo el mundo está ahora, digámoslo, en la ola de las energías renovables, porque nosotros estamos consumiendo mal nuestros recursos. Y es una situación muy particular: el cambio climático. ¿Se han dado cuenta del calor, en esta época, que nunca habíamos tenido? Tenemos una sequía real en el país; pero esto no solo pasa aquí. Resulta que cuando se hizo la revolución industrial se pensó que la energía era un recurso importante, pero no nos pusimos a pensar que había que haber una mesura en el uso de los recursos. Y se empezó a contaminar mucho más. Como la energía contamina, la única forma de favorecer o no seguir con este problema es de hacer dos cosas con el cambio climático: adaptarnos, porque no es reversible, y mitigarlo. Y la forma de mitigarlo es evitar seguir contaminando de la forma en la que lo estamos haciendo y por eso es que se han hecho varias iniciativas, varios proyectos, como es la eficiencia porque al dejar de consumir lo que no se necesita se deja de contaminar.
¿Qué objetivos se quieren lograr con este congreso, que el año pasado no cumplieron?
Número uno: que en la industria conozcamos las bondades de la energía y por qué hay que cuidarla. Siempre es bueno hacer uso eficientes de los recursos; hay un mercado disponible para todos que sin una seguridad energética no podemos desarrollarlo. Tenemos que cuidar esa energía para que vayamos a la par con el desarrollo. Japón, en diez años, logró subir su PIB con la misma energía. Con la mitad de la energía que consumía antes, mantuvo el PIB. Cuando usted va aumentando en inversión y desarrollo social, pero va disminuyendo su consumo energético, entonces está siendo más eficiente.
¿Y cómo El Salvador puede lograr esa eficiencia en consumo?
Creando todas las condiciones para que nos desarrollemos más, productivamente hablando: seguridad económica, jurídica. Segundo, haciendo proyectos de energía renovable y generando más fuentes de generación renovable.
En materia de energía renovable, ¿El Salvador puede encaminarse y tiene la posibilidad de energías renovables?
Claro, El Salvador antes era líder en geotermia, por ejemplo. Hoy se ha quedado un poco rezagado. El Salvador, la inversión que hizo fue en hidroeléctricas, ahí estamos estancados en un par de proyectos. El Salvador tiene un potencial, aún más, en fotovoltaico. Es muy privilegiado. ¿Qué es lo que tiene que hacer? El Consejo de Energía lo está haciendo bastante bien, que es diversificar la materia energética. Que nuestras fuentes de generación sean tales que, si falta una, seamos independientes con la otra. Pero orientado a una generación lo más limpia posible. Los proyectos de generación más renovables que se puedan tener. Esa es una diversificación de la matriz energética, que no tenga que depender a países si pasa algo. Por ejemplo: si ahorita hay sequía, allí están todas las térmicas y eso es suficiente; gas natural contamina lo menos posible. Ahí está un proyecto de gas natural que, ojalá, entre en operación en 2018. Hay escases de gas o combustibles: no importa, ahí están las represas, las fotovoltaicas, la geotermia; eso es diversificar la matriz y tener seguridad energética.
En este momento está importando de Guatemala…
Estamos importando una buena cantidad, el 22 %, por dos condiciones: existe precio favorable y tenemos una limitante en generación hidroeléctrica. La CEL está generando mucho menos que en otros años porque los embalses no se han llenado.
¿Pero si tuviéramos una matriz energética nos ayudaría a no recurrir a Guatemala?
Sería lo ideal. Ahora bien: eso indica que el mercado regional está funcionando bien, porque encontramos energía en otros lugares y las traemos. Eso es lo que busca el mercado: esa libre competencia. Hay que aprovechar estas bondades que están saliendo ahorita para diversificar más nuestra matriz y ahorrar energía.
Con la energía solar, entiendo que ya hay varias empresas que se resisten en producirla porque los costos son elevados, ¿cree que habrá empresas que poco a poco trabajarán con ella?
La energía solar ya no está cara. Eso es un mito. De tres años para acá bajó la inversión. Los proyectos son rentables en su totalidad. Ahora, ¿qué es rentabilidad? Ahora, lo que sucede es que estas empresas tienen reglas, de que si el proyecto no lo recuperan en menos de cinco años, no lo quieren hacer. Pero aquí no se trata solo de rentabilidad, sino de cuidar el planeta. Se trata de hacer conciencia y aprovechar un recurso. Y de eso va a tratar la feria técnica. En la feria técnica usted se va a dar cuenta de las nuevas tecnologías que están, los nuevos precios…
Para que no suceda esto.
Es que se piensa que está caro. Solamente hay que tener cuidado de que a la hora de hacer el negocio asegurarse de que sean productos de buena calidad, porque existe de todo en el mercado. Ni lo más barato es lo conveniente, ni lo más caro. Usted tiene que buscar ese equilibrio y, sobre todo, hacer un buen estudio técnico.
¿Y cree que la energía eólica es viable acá? Usted hablaba de la biomasa, ¿pero qué tal el biodiesel?
El biodiesel es otra cosa, un combustible que se utiliza más que todo en vehículos o en maquinaria que usa diesel y búnker. Es de ir con medida para ver qué tanto porcentaje se puede mezclar con el diesel. El biodiesel no sustituye el 100 % el diesel, es una mezcla. Sí hay un impacto, pero no como el de la biomasa. El Salvador y Centroamérica tienen tanta biomasa, sin necesidad de forestar. Tenemos una biomasa natural: solo hay que saber moverla, manejarla y proyectar eso. Pero no lo hemos hecho como debemos. Nos hemos ido acomodando a aquellos recursos que nos complica menos tenerlo, sin habernos dado cuenta de que estamos más en riesgo. El Salvador no tiene combustibles fósiles: a alguien se le ocurre no mandar petróleo para la región y nos fregamos. ¿La eólica? El Salvador, desgraciadamente, por toda esta cadena de volcanes, que es un país pequeño, no cuentan con esas características que cuentan Nicaragua y Honduras con grandes…
¿Planadas?
Sí, donde el viento es rico. Sin embargo, hay algunas zonas que sí. Metapán, Chalate, hay que aprovecharlo. Lo cierto es que a más baja altura, y a una potencia mínima, existen las “microeólicas”, donde pudiera tener eólicas de un 1 kwh. Pero para eso la tecnología debe estar disponible.
¿Qué cosas hacen que gastemos más energía?
Primero hay que pensar por qué tengo este consumo; es el correcto, es el incorrecto. ¿Qué consume energía en mi casa? Bueno, en mi casa consumen energía los focos: todos los equipos que tengo: plancha, lavadora… ¿Cómo puedo hacer para que consuma menos energía? Hay una fórmula bonita: la energía que le cobra la distribuidora es potencia, kilobytes por hora. Entonces, usted puede ahorrar energía disminuyendo potencia. ¿Qué es eso? Si mi foco es de 100 watts, y hay uno de 14 watts, ¿por qué no lo voy a poner? Eso es eficiencia energética. Lo otro es: ahorro por hora. Apago las cosas cuando no las necesito. El televisor no es para escuchar música. Ponga una radio, mejor, que consume menos energía. Llegando a las municipalidades, las luces ineficientes en el alumbrado público hay que cambiarlas. Los rótulos, los mupis, que a las 2-3 de la mañana están en máxima expresión. ¿Y quién anda en la calle? Y el que anda, anda tan feliz, que ni los mira, mas bien causa un accidente. ¿Por qué no hay un reglamento en el país que obligue a todas esas cosas a apagarse a las 12 de la noche, por ejemplo? No tenemos nada contra las casas publicitarias, pero, por favor señores, me le pone un timer y me apaga todos esos rótulos, porque estamos desperdiciando energía. Se van de la oficina a almorzar y todo queda encendido, cafeteras que pasan el fin de semana, oasis que pasan encendidos. Equipos que usan control remoto o tienen una lucecita ahí, todo ocupa energía aunque no se esté usando.