El director de la Policía Nacional Civil (PNC), Mauricio Ramírez Landaverde, dejó abierta la posibilidad de que la Unidad Especial Antipandillas de la institución que dirige pueda desaparecer en los próximos meses, como resultado de la reestructuración que se está realizando al interior de la corporación policial.
“Ahorita lo que se está estudiando es un proyecto que iniciamos en 2014 con un diagnóstico que dio como resultado un plan estratégico de un diseño organizacional, un proyecto que no se ha terminado, pero que, una vez sea aprobado, se procederá a implementarlo”, dijo el funcionario.
De acuerdo con Landaverde, la PNC está tratando de adoptar una estructura organizativa que le dé prioridad a los procesos de trabajo más que a los elementos organizativos o divisiones en subunidades y unidades especiales que son “las cajitas que solemos ver en la estructura organizativa” dijo.
Aunque el funcionario no confirmó abiertamente la abolición de la unidad, aseguró que a partir de la nueva recomposición de la PNC “Antipandillas somos todos los policías, anti homicidios somos todos los policías, y antiextorsión somos todos los policías de la corporación”.
La Unidad Especial Antipandillas fue creada en abril del año 2012 (un mes después de que se supiera sobre la tregua entre pandillas), bajo el mandato del ex presidente Mauricio Funes y el entonces ministro de Justicia David Munguía Payés. De acuerdo con las autoridades, esta unidad se creó para combatir de manera frontal al fenómeno pandilleril.
Casi un año después, la Fiscalía General de la República creó la Unidad Especializada Antipandillas, que trabajaría en coordinación con elementos de la unidad homónima de la PNC.
Solo en los primeros tres meses de funcionamiento, la Unidad Antipandillas de la PNC logró la detención de 300 pandilleros, y de acuerdo con el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Benito Lara, entre junio de 2014 y mayo de 2015, un total de 11,697 miembros de estas estructuras fueron puestos bajo arresto gracias al trabajo conjunto del sistema 911 y las unidades especializadas.
En los últimos meses, las autoridades han reportado un repunte de la violencia atribuido al accionar de las pandillas, y solo en lo que va del año, al menos 3,176 personas han sido asesinadas, la mayoría supuestamente miembros de estas estructuras que murieron por una purga interna o por rencillas con sus contrarios, según la PNC.
Los agentes de seguridad pública también se han convertido en blanco de los pandilleros, y desde enero hasta julio de este año 35 policías han sido asesinados, de los cuales al menos 30 se le atribuyen a ataques provenientes de pandilleros. Asimismo, 13 soldados han sido asesinados por miembros de estas estructuras.
Las autoridades han dejado clara su posición de lucha frontal contra estos grupos delictivos, y recientemente se implementaron una serie de medidas por orden presidencial, que van desde el traslado de líderes de pandillas al penal de máxima seguridad, en Zacatecoluca, hasta la creación de batallones especiales conformados por miembros de la Fuerza Armada (FAES), además de la recomposición organizativa de la PNC entre las que figura la posible abolición de la unidad Antipandillas.