David Munguía Payés, ministro de Defensa, explicó que la inteligencia de la Fuerza Armada ha detectado que las pandillas pretenden intensificar los niveles de violencia en El Salvador y por eso la Policía Nacional Civil (PNC) está enfrentándolas con más vigor.
“Esperamos que con las intervenciones que estamos haciendo esto no vaya para más”, dijo el también exministro de Seguridad en la entrevista con Romeo Lemus en Canal 12.
Detalló, además, que las autoridades han descubierto bases temporales de grupos armados en zonas semi montañosas como el cerro de Guazapa y las faldas de los volcanes de San Salvador y Chinchontepec, en San Vicente. Los vecinos de esos lugares les han dicho que suelen escuchar disparos y ver personas con armas.
“Pudiera ser”, respondió cuando el entrevistador le preguntó si excombatientes del ejército o la guerrilla están entrenando en técnicas militares a miembros del Barrio 18 y la Mara Salvatrucha (MS-13).
“La energía con la que combatimos el crimen está enfocada a romper las estructuras antes de que crezcan”, aseguró Munguía Payés.
También calificó como “conflicto de baja intensidad” los enfrentamientos entre pandilleros contra militares y policías que desde hace 16 meses vienen en aumento. A esa definición le agregó que tiene raíces sociales.
Munguía Payés consideró que la criminalidad puede disminuir dentro de seis meses o un año, de acuerdo a los ajustes que haga a los planes operativos el Ministerio de Seguridad. “Hay que entender que la violencia tiene mucho tiempo de estar evolucionando, es un problema de estructura no de coyuntura”, expresó.
El funcionario negó que en la administración presidencial de Mauricio Funes el Estado haya negociado con las pandillas la reducción de los homicidios a cambio de beneficios penitenciarios. Consideró, sin embargo, que las iglesias y organizaciones civiles sí pueden dialogar para frenar la violencia. Sobre la probabilidad de propiciar una nueva tregua entre esos grupos, dijo que son actores y momentos diferentes.
En otro tema el funcionario aclaró que ninguno de los 50 capturados hace dos semanas por los asesinatos de dos militares en la Terminal de Oriente quedó detenido ya que no fue posible comprobar que habían participado. Él afirmó que sí había involucrados pero las autoridades fueron incapaces de demostrarlo.
Por eso, señaló, es necesario modificar la ley de Proscripción de Pandillas que exige unos 12 requisitos para comprobar que un sospechoso es miembro de esos grupos. “Es ponernos de acuerdo y bajarle a los requerimientos probatorios”, concluyó.