Quienes la conocen, la describen como una mujer bella y seductora, con enorme poder de convencimiento. Estudió Ciencias Jurídicas en una universidad privada de la capital, pero debido a distintos procesos judiciales en su contra, no ha obtenido la licencia para ejercer como abogada.
Adriana Sandoval Zelaya, de 31 años de edad, ha sido acusada, procesada y condenada por el delito de acoso sexual. No una, sino dos veces. La primara vez la acusó un abogado y la segunda un empleado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Por el primer caso fue condenada (en el año 2012) a dos años de prisión que fueron sustituidos por 96 jornadas de utilidad pública. El demandante fue Óscar Guzmán Anduray, un abogado que en ese entonces laboraba para una universidad privada. El Juzgado Primero de Vigilancia de San Salvador confirmó a Diario1 que Sandoval Zelaya cumplió su pena con trabajo público.
En el segundo proceso, por el mismo delito, logró una conciliación extrajudicial con la víctima. Este último caso ocurrió el 20 de noviembre de 2013 cuando el Secretario del Sindicato de la CSJ, Miguel Ángel Anaya, denunció a la señorita Adriana Sandoval por el delito de acoso sexual.
Anaya conoció a Adriana a través del excapitán de la selección nacional de fútbol, Dennis Alas, quien también cumplió una condena de jornadas de utilidad pública luego de ser condenado a tres años de prisión (en febrero de 2013) por el delito de estupro.
Según consta en el expediente, Alas coincidió con Adriana en el Departamento de Prueba y Libertad Asistida (DEPLA) donde ambos cumplían sus condenas realizando trabajos de utilidad pública.
Alas le brindó a Adriana el número telefónico del jefe sindical y le recomendó que hablara con él para resolver el problema que le impedía realizar los trámites para ejercer como abogada. Adriana le llamó la tarde del 28 de octubre de 2013 y fue así como se conocieron.
El jefe sindical explicó en su denuncia que desde ese día le comenzó a enviar mensajes obscenos e insultantes. “Esta noche voy a gemir”, “tengo ganas de formar un hogar y quiero ser correspondida”, dicen algunos de los mensajes de texto documentados en el expediente judicial.
La víctima también manifiesta que, en ocasiones, Adriana le decía que “Dios le había dicho que formara un hogar con él”. Este no entendía por qué lo acosaba tanto si apenas tenía 20 días de conocerla.
En cierta ocasión, Adriana se reunió con el jefe sindical para conversar. Cuando se encontraron, este observó que ella tenía unos moretones en el cuello.
Ella le insinuó que lo acusaría por maltrato, también lo amenazó de muerte. Le dijo que con su hija pagaría “todo el maltrato” que supuestamente le había causado.
Por la tarde, Adriana le llamó por teléfono y le planteó llegar a un acuerdo. Le pidió $3,000 en efectivo a cambio de no acusarlo de maltrato y de no atentar contra su hija. Este le dijo que no tenía ese dinero y que no se lo entregaría. “Con tan poco valoras tu vida, ahora atenete a las últimas consecuencias”, le habría dicho ella según el expediente judicial.
Fue entonces que el jefe sindical decidió interponer una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) por el delito de acoso sexual. En la fase de instrucción la víctima desistió de continuar con la demanda tras llegar a un acuerdo extrajudicial con la procesada.
Recientemente fue acusada por el delito de maltrato intrafamiliar en el juzgado Segundo de Paz del municipio de Colón, departamento de La Libertad. En este caso la denuncia la interpuso una persona que habría sido pareja sentimental de Adriana durante más de un año.
Diario 1 habló con la procesada y aseguró que “les han dado mal la información, es bueno que me consulten porque si no caen en calumnia”.
Pese a que los procesos han sido públicos y que el Juzgado Primero de Vigilancia confirma que Sandoval cumplió su condena de 96 jornadas de trabajo de utilidad pública, esta reiteró que “todo está equivocado. Esos documentos están alterados porque no es así. No hay delito contra mí, cualquier acusación está desacreditada, está prescrita y si ustedes publican eso es delito porque tiene reserva”.
Diario 1 constató que de todos los casos en que está siendo procesada, solo el último tiene reserva.