Representantes del gobierno salvadoreño aseguran que la situación actual que vive el país no pude catalogarse como una guerra, ni tampoco como un “conflicto de baja intensidad”, tal como lo denominó hace algunos días el ministro de Defensa, David Munguía Payés.
Para el viceministro de Seguridad, Juan Javier Martínez, algunas comparaciones que se hacen de la situación actual con la de los años setenta (cuando comandos armados atacaban puestos de los extintos cuerpos de seguridad) no pueden hacerse sin tomar en consideración “una serie de criterios”.
“Que si es guerra o conflicto de baja intensidad, hay que ver en qué contexto se usan esos términos. El sistema de guerra de baja intensidad tuvo su enfoque en aquellos tiempos que se planteaba. Hay una serie de criterios técnicos para decirlo y creo que debe discutirse mucho ese término en relación a lo que se dice”, manifestó el viceministro en la entrevista televisiva Hechos AM.
Por su parte, el Comisionado para la Seguridad, Hato Hasbún, restó importancia a cualquier insinuación que vaya en el sentido de catalogar el escenario actual como una guerra o conflicto de baja intensidad.
“No, no, no. La caracterización de este tipo de estructuras es delincuencial y por lo tanto de ahí surge el término que nosotros utilizamos. Este es un combate contra la delincuencia de cualquier tipo, porque también hay delincuencia de alto nivel”, expresó.
Luego agregó que “nosotros estamos trabajando por reducir la delincuencia de cualquier tipo y cualquier nivel, llámese pandillas y crimen organizado. Pero, hay que hacer una caracterización adecuada”.
Cuestionada por la misma interrogante, la presidenta de la Asamblea Legislativa, Lorena Peña, expuso una serie de puntos que a su juicio no concuerdan con el contexto actual.
“Yo creo que cuando se dio la guerra de baja intensidad había dos partes, una parte revolucionaria y otra gubernamental. Aquí no hay esas dos partes. Aquí hay grupos de criminales atacando a la sociedad salvadoreña y debe ser combatido con energía, con efectividad. Pero, no pueden ser considerados parte de un conflicto. Porque ese es el antecedente para hacer treguas y nosotros no estamos de acuerdo con caracterizaciones que al final lleven a darle poder y capacidad de negociación a mafias que se imponen en base al crimen”, planteó.