Para el año 2014, El Salvador se posicionó como uno de los países más violentos del mundo. Según datos de la Policía Nacional Civil (PNC), cada día una mujer fue abusada sexualmente, siete personas fueron extorsionadas y diez asesinadas de forma violenta, en su mayoría jóvenes.
Sin embargo, área de Atención a Víctimas del ministerio de Justicia y Seguridad Pública del país apenas pudo atender a un promedio de una víctima diaria, dejando ver el abandono en que han caído la mayoría de personas que son afectadas por el fenómeno de la violencia en el país.
Así lo confirmó el martes el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Benito Lara, quien admitió, durante su rendición de cuentas del trabajo realizado entre junio de 2014 y mayo de 2015, que uno de los sectores más descuidados en la cartera que dirige es el área de protección a las víctimas de la violencia.
“Si algo tenemos olvidado en este país es a las víctimas de la violencia”, señaló Lara en su discurso principal. Esta afirmación es reforzada con los datos revelados al mismo tiempo por la directora Atención a Víctimas del ministerio de Justicia, Fátima Ortiz, quien aseguró que en el periodo de tiempo antes señalado, el organismo que ella dirige logró atender a 440 víctimas, es decir, un promedio de uno diario en un año.
De las 440 víctimas de la violencia atendidas en los once meses de este gobierno, Ortiz detalló que 278 fueron mujeres y 162 hombres. La funcionaria además reveló que la institución que dirige recibe diferentes tipos de denuncias, de entre las cuales las más frecuentes son por violencia intrafamiliar contra niños y niñas, cuyas principales manifestaciones son los ataques psicológicos, verbales y físicos.
Las declaraciones del Lara y Ortiz se ven reflejadas además en el presupuesto general del ministerio de Justicia y Seguridad Pública, en el que a la partida de Atención a Víctimas de la Violencia se le han asignado $240 mil dólares para su ejecución, los cuales además debe compartir con la partida Equidad de Género. Estas dos partidas, juntas, representan el 0.05% de los más de $422 millones del presupuesto general.
De acuerdo con un estudio realizado por una empresa consultora contratada por la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), cerca del 40% de la población salvadoreña ha sido víctima de la violencia al menos en una ocasión y aproximadamente el 17% en más de una vez.
Ese mismo estudio, supuestamente basado en datos del Ministerio de Justicia, señala que para 2014, cerca de 700,000 personas fueron víctimas de la violencia común y delincuencial en El Salvador.
De acuerdo con el informe mundial Índice Global de Paz (IGP), que incluye información de 158 países, el costo de la violencia en El Salvador asciende a un aproximado de $8 mil 497 millones, los cuales se destinan hacia diferentes rubros como la represión del delito, la rehabilitación y reinserción y la atención a víctimas.
Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS), determina que un país con una tasa de homicidios superior a los 10 por cada cien mil habitantes sufre de una epidemia. Para el 2014, según datos del Instituto de Medicina Legal (IML) señaló que la tasa de homicidios de El Salvador es de 69.8 por cada cien mil habitantes, es decir casi siete veces lo que la OMS considera una epidemia.
En los últimos años, El Salvador se ha posicionado entre los países más violentos del mundo, con los índices de homicidios más altos de la región centroamericana, según estudios del IGP.