El Salvador
martes 26 de noviembre de 2024

¿Qué fue de los teléfonos públicos en El Salvador?

por Julia Gavarrete


La cifra es nula. Hasta el cierre de 2014, la telefonía pública registraba cero operatividades en el país; no existen ni los teléfonos de monedas y tampoco los operados con tarjetas.

Solo hay que retroceder el tiempo, ubicarse en 1999 y recordar cuando los parques, las principales calles y avenidas, las aceras, los centros hospitalarios, en fin… cuando había una cantidad innumerable de lugares con un teléfono público disponible para llamar. Una emergencia o una persona incomunicada; bastaba descolgar el teléfono, insertar una moneda o tarjeta recargable y enlazar una llamada.

Del auge pasó al declive: hace 16 años, época  de mayor apuesta al servicio, El Salvador tenía a su disposición 26,641 aparatos –entre monederos y con tarjeta prepagada-. Para el cierre de 2014, según cifras de la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (SIGET), la existencia fue de cero. No hay ni uno activo. 

Los dos tipos de telefonía pueden declararse extintos en estos tiempos; sin embargo, hay que reconocer que en su momento el auge de un servicio logró absorber al otro: el teléfono que operaba con tarjeta tomó terreno frente al de monedas, más que todo, por las fallas recurrentes de insertar dinero y que no era retornado aun cuando la llamada no lograba ser efectuada. Situación que pocas veces se miraba en los teléfonos prepago, cuyo descuento se realizaba desde el primer segundo de la llamada. La facilidad de encontrar un teléfono en la calle y hacer una llamada propició la rentabilidad del servicio.

Esto permitió que el aumento de los aparatos se diera entre los años 1999 y 2000, cuando la cantidad de teléfonos públicos con tarjetas prepagos rondó los 22 mil 075 aparatos, provocando la venta de más de un millón de tarjetas, con precios de 25 y 75 colones (es decir 2.86 y 8.57 dólares).  En el año 2001 el número bajó a 16 mil 916 teléfonos operados con tarjetas, cifra que aumentó en el 2002 a 19 mil 581.

Los teléfonos públicos desaparecieron a totalidad en el país, según cifras de las SIGET, al cierre de 2014. Foto D1: Cortesía Luis López.

Los teléfonos públicos desaparecieron a totalidad en el país, según cifras de las SIGET, al cierre de 2014. Foto D1: Cortesía Luis López.

Pero al final de la década, la telefonía móvil comenzó a tener mayor presencia entre los salvadoreños al registrar 7 millones 823 mil 141 líneas de telefonía móvil, un 69 por ciento más que en 2005, cuando la SIGET contabilizaba 2 millones 411 mil 753 líneas móviles en operación.

El uso de más teléfonos celulares entre la población y la apuesta a este mercado es lo que habría llevado a que los días de los teléfonos públicos estuvieran contados. En 2012 la población había optado por la telefonía celular. Eran 7 millones 558 mil 397 líneas móviles las que operaban de forma prepago y, en cuanto a pospago, existían 927,287 líneas en operación. Es decir, según el último censo poblacional de 2011, por cada 100 habitantes se tenían 134 líneas móviles.  La cifra era cuantiosa frente a las 268 líneas públicas que venían quedando para entonces.

A esto se suma la poca inversión que hicieran en este servicio marcas como Publitel, operada por CTE-Antel Telecom en cuanto a red de telefonía con tarjeta, así como de los teléfonos de monedas Multitel, de la empresa Multizonas S.A. de C.V.,  las cuales denunciaron el daño ocasionado a los aparatos que estaban en las calles.

Los restos  de las pocas cabinas que aún se encuentran, con suerte, en alguna esquina o sobre una acera de algún municipio del país tienen los laterales con alguno que otro grafiti, tapizados de papeles publicitarios o cubiertos de pintura.

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La realidad es así en el mundo. En Nueva York, por ejemplo, se tomó la decisión de hacer uso de las mismas cabinas que fueron usadas para telefonía pública como estaciones de red wifi gratuita. El Gobierno de la ciudad neoyorquina prestará el servicio a partir de este año, que permitirá a cualquier persona navegar a una velocidad de 1Gb por segundo, las 24 horas del día.  Para lograrlo se destinaron 200 millones de dólares como parte de la inversión del proyecto que comprende la instalación de 10 mil estaciones.

España, por su parte, se ha interesado en convertir las cabinas como estaciones de cargas para autos eléctricos.

Aunque algunos países han optado por aprovechar estos puntos de conexión para un uso a futuro, en El Salvador no se puede ocultar que cada sitio donde existió un teléfono público pasó a la historia. ¿Dónde están las cabinas que han dejado de ser usadas? ¿O las máquinas telefónicas? Con seguridad podrán encontrarse en alguna chatarrería sobre la carretera Troncal del Norte, tapadas con toldos o láminas por las ventas ambulantes o a la venta en algún comercio del centro capitalino.