Monseñor Gregorio Rosa Chávez dijo que la violencia se ha desbordado tanto que el Gobierno de Salvador Sánchez Cerén está obligado a reajustar los planes para combatir la criminalidad.
Explicó, además, que el Consejo de Seguridad y Convivencia -al cual él pertenece- también necesita replantearse los planes que ha propuesto. En los nuevos análisis debe tomar en cuenta la guerra entre las pandillas y los agentes de seguridad del Estado.
«Es tan grave (niveles de violencia) que no podemos quedarnos indiferentes (…) la realidad nos ha sobrepasado», afirmó en la Asamblea Legislativa después de participar en la entrega del título de Hijo Meritísimo de El Salvador que dieron los diputados al beato Óscar Arnulfo Romero.
Consideró que el Consejo es un buen espacio para elaborar planes de seguridad ya que en él participan empresarios, activistas sociales, académicos, líderes religiosos, funcionarios, entre otros.
El prelado católico opinó que el éxito o el fracaso de la lucha contra la criminalidad no se limita a tener más dinero para financiarla sino que se necesitan voluntad y claridad. A eso agregó que sí puede haber diálogo con el Barrio 18 y la Mara Salvatrucha (MS-13).
«Se puede dialogar desde un esquema aceptado y una visión compartida», concluyó.
A principios de 2015 el índice de asesinatos diario era de once; en marzo se disparó a 16; en junio hay un promedio de 23, de acuerdo a las estadísticas oficiales.