La mañana del 9 de marzo de 2013, Elena recibió la llamada de un sujeto de nombre Heriberto. Durante varios minutos negociaron un vehículo Toyota Corolla, color blanco, del año 1985.
Al final, el trato se cerró por 1,500 dólares. Tres días después, Elena salió en su nuevo automóvil. Se dirigió a los condominios Los Amates del municipio de Mejicanos, San Salvador. Dejó estacionado el vehículo y fue hacer unas diligencias. Eran las once de la mañana.
Dos sujetos, que se encontraban en el lugar, se aproximaron al carro. Lo abrieron, lo encendieron y se lo llevaron con rumbo desconocido.
Elena salió a las dos de la tarde y se dio cuenta que su automóvil ya no estaba estacionado donde lo había dejado. Las dudas se apoderaron de ella. Llamó por teléfono a Heriberto, quien días atrás le había vendido el vehículo, y le preguntó si él había llegado a traer el Corolla. Este le respondió que no.
Comenzó a interrogar a personas que estaban en la zona, pero nadie le dio referencias o indicios de quién se había llevado el automotor. Fue entonces que se dirigió a una delegación de la Policía Nacional Civil (PNC) e interpuso una denuncia.
Los asaltantes se trasladaron en el vehículo hasta la avenida Izalco de la residencial San Luis. Se estacionaron frente al colegio Nuevos Amigos y esperaron durante algunos minutos. Tenían un plan en mente.
De pronto, observaron que un una camioneta Toyota Land Cruiser, color ocre, se estacionó a pocos metros de donde ellos se encontraban.
Una mujer bajó del asiento del copiloto y se dirigió al portón del colegio. Un hombre se quedó adentro del vehículo. La mujer tomó a una niña de la mano y se caminó nuevamente a la camioneta.
Fue en ese momento que los asaltantes bajaron del Corolla y caminaron hasta donde se encontraba el conductor de la camioneta. Le dijo que se bajara, que era un asalto y que se quedara “calladito”.
La pareja bajó del vehículo junto con su hija. No opusieron resistencia. Los sujetos subieron a la camioneta y se largaron a alta velocidad. Dejaron el Corolla abandonado en la zona.
El propietario de la camioneta prestó un teléfono celular y llamó al Sistema de Emergencia 911 para denunciar el robo. Explicó que dos sujetos que vestían jeans y camisa formal le habían robado su camioneta.
Los agentes llegaron en seguida y montaron un operativo, pero no pudieron localizar el vehículo. Lo único que supieron fue que los asaltantes habían escapado por la calle El Tobogán de la colonia Zacamil, municipio de Mejicanos.
Los policías realizaron una inspección ocular en el carro Corolla que los ladrones dejaron abandonado. Extrajeron fragmentos de huellas dactilares que fueron remitidas a la Policía Técnica Científica.
A inicios del año pasado fueron capturados José Alfredo Ramos Arias, de 25 años, y Sergio Armando Bonilla Menjívar, de 23. Se les acusó por el delito de hurto agravado y robo agravado.
El pasado viernes, en un proceso abreviado, Ramos Arias reconoció ser el responsable del robo y fue condenado a seis años de prisión por el Juzgado Sexto de Sentencia. La jueza basó su fallo en la prueba documental, pericial y testimonial presentada en el juicio.