Cuando la niña cumplió los 14 años, su padre comenzó a abusar de ella. A cambio de sexo le ofrecía dinero y le prometía traspasarle sus bienes. El hecho ocurrió en el departamento de San Miguel.
Dos años después de ser abusada, la adolecente decidió confesarle a una tía la relación sexual que había mantenido con su padre. Le dijo que estaba embarazada. Fue entonces que decidieron interponer una denuncia.
De acuerdo con las investigaciones, la víctima conoció a su progenitor a la edad de once años, porque este residía en los Estados Unidos y cada vez que venía al país tenía contacto con ella. Se la llevaba para la casa de unos familiares.
Esas ocasiones las aprovechaba para abusar de su hija. El incriminado fue capturado en diciembre del año 2013.
La Fiscalía General de la República (FGR) demostró en el juicio la responsabilidad del imputado (un hombre de 56 años de edad).
Las pruebas contundentes fueron el resultado de un análisis comparativo de ADN, que arrojó un 99.99% de probabilidad que el victimario es el padre biológico de la bebé, que ahora tiene un año de edad.
Los fiscales también presentaron como prueba la declaración de la víctima y la de otras personas. Además, los exámenes psicológicos.
El Juzgado Primero de Sentencia de San Miguel condenó al imputado a 18 años con ocho meses de prisión.