Ambos desaparecieron el pasado viernes primero de mayo, horas después de haber participado en la marcha del día internacional del Trabajo. Desde entonces, autoridades policiales y amigos comenzaron una imparable búsqueda.
Israel Antonio Quintanilla, presidente de la Asociación de Lisiados de Guerra de El Salvador (ALGES) y su hijo de crianza, Carlos Albergó Zabala, fueron hallados muertos con señales de tortura en el río San Jerónimo, cantón Santa Cruz Porrillo, San Vicente.
A las cuatro de la tarde del pasado primero de mayo, ambos salieron de su casa, ubicada en la colonia San Carlos, con rumbo a San Vicente.
De acuerdo con algunos testigos, la última vez que los vieron con vida fue en una gasolinera ubicada en San Nicolás Lempa.
Posteriormente habrían sido privados de libertad por pandilleros de la 18 y trasladados al río San Jerónimo, donde los torturaron y luego asesinaron a balazos.
Una fuente policial confirmó que la zona es dominada por la pandilla 18, ala Revolucionarios, y que el doble crimen habría sido ejecutado en coordinación con pandilleros de San Vicente y La Paz.
El vehículo donde se trasladaban las víctimas no ha sido localizado. La Policía aún no maneja una hipótesis del móvil del doble crimen.