El escenario estaba dado. Nadie hacía falta en la sala de audiencias. Las partes esperaban con ansias que el juez Sexto de Sentencia iniciara el juicio. Hubo dos horas de retraso: estaba programada a las nueve de la mañana, pero inició pasadas las once.
Los abogados acusadores no demoraron demasiado tiempo para comenzar a mostrar sus primeras cartas. La jugada inicial fue dar a conocer a cinco testigos que reforzarían la tesis de la acusación por el delito de calumnia.
Entre los testigos estaban los supuestos ofendidos: Juan Umaña Samayoa y Wilfredo Guerra, ambos empresarios metapanecos que aseguran haber sido calumniados por los periodistas Fernández y Vargas, y el empresario Salume.
En la acusación, los empresarios metapanecos esgrimieron que los periodistas fraguaron una serie de comunicados que se publicaron en los principales periódicos del país. A juicio de ellos, esas publicaciones dañaron su moral y la reputación de sus empresas, dedicadas al comercio de granos básicos.
En esos comunicados se le pedía al exfiscal general, Romeo Barahona, que investigara al Cártel de Texis, una estructura del crimen organizado que opera en el occidente del país, que fue dada a conocer por el periódico digital El Faro, en un extenso reportaje publicado en mayo de 2011.
Los otros testigos, presentados por los acusadores, fueron los periodistas de El Faro, Efren Lemus y Óscar Martínez, autores de varios reportajes sobre el Cártel de Texis.
El quinto declarante era Josué Salvador Martínez, un joven que fue contratado por la empresa Medios y Mensajes para que firmara los comunicados publicados en la prensa nacional donde se pedía se investigara a Texis.
El primer testigo en ser interrogado fue Wilfredo Guerra, quien aseguró que fue tras la publicación de esos comunicados, entre 2012 y 2014, que supo sobre la existencia del cártel de Texis.
Agregó que les cerraron varias cuentas bancarias, bloquearon créditos, incrementaron los intereses y muchas personas desistieron de trabajar con ellos.
“A raíz de esas publicaciones me era hasta difícil conciliar el sueño. Hemos sido afectados moral y económicamente. Afectó a mi familia y tuvimos que redoblar la seguridad”, expresó.
No obstante, cuando los abogados defensores le preguntaron a Guerra sobre la fecha de las notificaciones bancarias, este contestó que la mayoría habían sido emitidas en el año 2011 (fecha que coincide con la publicación del reportaje de El Faro titulado “El Cártel de Texis”) y no en 2012 como ellos exponen en la acusación.
Guerra tampoco supo contestar cuando le cuestionaron cuáles eran las razones de los bancos para cerrarles las cuentas y negarles créditos.
El segundo testigo fue el periodista Óscar Martínez, quien leyó durante más de 40 minutos, a petición de los acusadores, un reportaje titulado “La historia del periodista Lafitte Fernández, el Cártel de Texis y el Payaso Tontín”, publicada en el periódico para el que labora.
Al final de la lectura reconoció, sin ninguna vacilación, ser el autor del texto de esa noticia. Sin embargo, cuando los abogados defensores le preguntaron si él también era el creador de la nota “El Cártel de Texis”, argumentó que no podía hablar de una noticia que no estuviera certificada por su periódico en ese juicio.
Cuando uno de los abogados le entregó la nota certificada y le preguntó si los nombres de las personas vinculadas a Texis, entre ellos Juan Umaña Samayoa, que están en ese texto, habían sido escritos por él, Martínez manifestó “parecer ser así”.
Se negó a mencionar la fecha de publicación del reportaje y los nombres de las personas que aparecen en ese texto, porque «no quiero dar datos inexactos».
El siguiente en ser cuestionado fue el alcalde de Metapán, Juan Umaña Samayoa, quien reconoció que el primer periódico que había sacado una publicación en donde se les «calumniaba» era el periódico El Faro y luego Diario 1.
“La primera publicación fue en El Faro, luego aparecieron los comunicados y después notas en Diario 1”, manifestó.
Al momento que le preguntaron sobre esa nota de El Faro, donde supuestamente se le calumnió por primera vez, Umaña Samayoa dijo “no recuerdo esa publicación y menos lo que decía».
El último testigo fue Salvador Martínez, quien relató cómo fue que se le contrató para que estampara su firma en los comunicados publicados en la prensa nacional.
El juicio continúa el martes por la mañana y se espera que el juzgador emita una resolución.