La Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) de Honduras mantiene operaciones de inteligencia en toda la zona fronteriza con El Salvador, debido a la presencia de pandilleros salvadoreños que estarían huyendo hacia ese país ante las medidas que el gobierno del presidente Sánchez Cerén implementará para combatir esas agrupaciones.
«Se ha ordenado fortalecer las búsquedas, ubicación y captura de los sospechosos que se estén movilizando en la frontera. Son operaciones de inteligencia las que se han extendido como vigilancia aérea para ubicarlos», dijo a La Prensa de Honduras el portavoz de Fusina, Santos Nolasco.
Ese periódico hondureño publicó que Fusina extendió la alerta a nivel nacional especialmente en las fronteras para identificar en los pueblos cercanos la presencia de maras salvadoreñas.
«Estamos haciendo operativos en toda la frontera con El Salvador para ubicar a estos miembros de bandas delincuenciales”, agregó.
Las autoridades hondureñas solicitan a la población denunciar cualquier comportamiento extraño en las fronteras al 911.
La Prensa señaló que “transcendió información de que en la aldea fronteriza La Haciendita, La Virtud, hay al menos 18 mareros salvadoreños”.
El 22 de abril, el gobierno de Honduras aseguró que reforzaría la vigilancia en sus fronteras ante el posible ingreso de pandilleros procedentes de El Salvador por las fuertes medidas para el combate de la criminalidad que se implementarán en el país, según el periódico El Heraldo.
Este medio tuvo comunicación con el comandante de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) de Honduras, Gustavo Escalante, quien sostuvo que se habían recibido instrucciones desde el más alto nivel para fortalecer los escudos aéreo, naval y terrestre del país.
“Estamos tomando las medidas (…) no vamos a permitir que vengan personas delincuentes de otros países a cometer ilícitos a Honduras”, declaró Escalante a la publicación.
Estas medidas en Honduras se dan en medio de un momento de crisis de seguridad en El Salvador, donde se están reportando un promedio de 15 muertos y además se han generado una serie de ataques a policías y militares.
El gobierno del presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, anunció la creación de la unidad de reacción inmediata de la Policía Nacional Civil y los tres batallones del Ejército.