Walter Adolfo Auerbach fue condenado a cinco años de prisión por el delito de hurto.
Abuerbach era uno de los cabecillas de una estructura dedicada al hurto y robo de vehículos a nivel nacional e internacional.
La sentencia fue confirmada por la Cámara 1ª de lo Penal, con lo cual queda en firme el fallo, por dos casos en el delito de encubrimiento en el robo de automotores.
La condena fue impuesta por el Juzgado 6º de Sentencia, en Junio del 2012, luego que una serie de pruebas testimoniales, periciales y documentales, corroboraron las acciones delictivas del sujeto en el hampa del robo de vehículos a nivel nacional e internacional.
La defensa del imputado, apeló dicha condena, y la Cámara 3º de lo Penal, lo absuelve. Tras la oposición de la Fiscalía, el casó llegó a manos de la Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia, que resolvió en noviembre del 2013, que el caso, pasara a conocimiento de la Cámara 1º de lo Penal, la que finalmente le dio validez a la prueba de cargo aportada por la Fiscalía.
Los Fiscales a lo largo de las investigaciones lograron establecer que el imputado operaba junto a otras estructuras delictivas entre ellas la “Banda Pradito”, quienes eran los encargados de proceder al hurto y robo de automotores, que previamente habían sido solicitados por Auerbach.
Este brindaba color, año y otras características específicas de los vehículos para lograr realizar de forma efectiva la acción.
La intención del robo de dichos automotores era camuflar e intercambiarlos con otros vehículos que habían sido robados en otros países centroamericanos, con lo cual lograban ponerlos en circulación y burlar a las autoridades.
Luego de una serie de investigaciones fue posible ubicar una bodega donde guardaban y desmantelaban los vehículos, en la colonia San José Las Palmeras de Santa Tecla, donde se recuperaron numerosas partes de 22 vehículos con reporte de robo.