Para muchos una noche de luna llena puede ser el perfecto ambiente para una velada romántica; sin embargo, para muchos trabajadores de salud de las áreas de parto los centros hospitalarios del país es el momento más movido y con más caos del mes.
Se dice que durante la luna llena los partos se incrementan, ya que se dice que afecta directamente a las mujeres en cinta. Más allá del mito esta es una realidad que viven mes a mes los médicos en las salas de parto.
“Recuerdo que una vez para una de esas lunas llenas que los ginecólogos tanto temen, estaban en parto todas las salas de expulsión. Ya no había ningún lugar donde partear, entonces a la señora le tocó parir en el área de recuperación del área de partos. Solo escuchamos que la enfermera gritó ‘precipitado”, es decir que se viene antes de estar en la sala de expulsión”, recuerda una doctora que trabajó en el hospital de maternidad del sistema público de salud.
En sus relatos de noches de parto, recuerda cómo es estar bañada en sangre y heces, y pese a ellos traer a la vida a un bebé tras otro, sin parar.
Afirma que solo en el hospital de maternidad, se pueden atender en una sola noche unos 20 partos, sin contar las cesáreas. Eso es un día común y corriente, pero en luna llena el panorama empeora.
“Esa vez que se venía el bebé, teníamos siete mujeres más pariendo al mismo tiempo, recuerdo que en la misma cama de recuperación la metimos en la sala y con medio guante puesto cachamos al bebé que aún venía en la bolsa amniótica”, confiesa.
Pero esas anécdotas no son más que el reflejo de lo que día a día se vive en el país. Según los últimos datos del informe del Estado Mundial de la Infancia 2015 publicado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en El Salvador en un año nacen alrededor de 128 mil bebés.
En aquel tropel de llantos, gritos, enfermeras y médicos histéricos tratando de hacer su trabajo es totalmente común que el personal de salud no alcance a atender tantas mujeres queriendo dar a luz a sus bebés.
El informe también refleja que de estos nacimientos el 100 por ciento son atendidos por personal especializado y de estos el 84% se efectúan en instituciones de salud.
Esto significaría que los centros asistenciales salvadoreños han atendido unos 350 partos diarios, ya que según las cifras de Unicef estarían naciendo en el país alrededor de 14 niños por hora, según datos reportados hasta 2013.
Asimismo, el informe de Unicef indica que el 30% de estos nacimientos se hacen a través de cesárea. Este dato se conoce, luego de que el viernes pasado la Organización Mundial de la Salud advirtiera que el Latinoamérica el porcentaje de cesáreas se ha disparado a cerca de 4 por cada 10, muy por encima de lo recomendado desde hace 40 años por esta organización: entre 10% y 15%.
El informe de Unicef sobre el Estado de la Niñez también asegura que hay aumentos sustanciales en la atención médica durante el parto, ya que un 94% de las mujeres salvadoreñas entre 15 y 49 años (la edad fértil) embarazadas recibieron al menos una consulta médica de atención prenatal. Y un 78% lo hizo más de cuatro veces.