La Organización Panamericana de la Salud advierte que de no implementarse las medidas preventivas para eliminar los criaderos de zancudos, en colaboración de todos los actores de la sociedad, podría haber un repunte de casos de chikungunya en el país.
“Desde el punto de vista epidemiológico y de salud pública nosotros tenemos que estar preparados para el peor escenario”, aseguró el asesor de la oficina de Vigilancia para la Salud de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) de El Salvador, el doctor Miguel Aragón.
Agregó que aunque los casos han disminuido en la época fría y la época seca, el país no se puede cruzar de brazos y, por tanto, las autoridades de Salud se mantienen a la expectativa y activos para prevenir que haya un rebrote muy fuerte.
Por tal razón, el pasado 2 de febrero Protección Civil declaró alerta verde para algunos municipios con índices larvarios elevados que puedan permitir un repunte ya cuando lleguen las lluvias al país.
Los once municipios que aún se mantienen en alerta verde son: Apopa, Soyapango, Cuscatancingo, Ilopango, San Marcos, San Salvador, Tonacatepeque, Mejicanos, Nejapa, Guazapa y Ciudad Delgado.
En este sentido, el viceministro de Políticas de Salud, Eduardo Espinoza, aseguró que para las autoridades de Salud, la preocupación se concentra en los municipios de Soyapango, Ilopango, Mejicanos, Apopa y San Salvador, por poseer los índices larvarios más elevados del país.
Esos municipios están catalogados como los más insalubres, rondando su índice larvario en un 25%. “Lo que constituye un peligro no solo para la gente de estos lugares, sino también para el resto del país, porque estaban creadas las condiciones para un nuevo brote epidémico”, admitió hace algunos días.
De la misma opinión es el representante de la OPS para El Salvador, quien asegura que tanto el sector salud como la comunidad han estado trabajando para reducir el índice larvario en estas regiones, ya que de lo contrario cuando llegue la época lluviosa se dispararán los casos.
“Esto está muy determinado por el aspecto climático. Cuando viene la época de las lluvias lógicamente esto se va a exacerbar y por esa razón las autoridades están tomando medidas desde ya. No se está esperando la lluvia para actuar. Se está trabajando para que la población también participe y colabore para que no tengamos brote epidémico como el año pasado”, manifestó Aragón.
Explico que, por experiencia, ya se sabe que cuando comienzan las lluvias el vector se reproduce y aumenta y su vez aumenta la transmisión. Asimismo, el representante de la OPS recuerda que esta es una enfermedad para la cual no se tenía ninguna inmunidad el año pasado; sin embargo, aunque ya hay un porcentaje de la población que ya tiene inmunidad, hay otro gran porcentaje que es susceptible.
Desde el punto de vista epidemiológico y de salud pública, explica Aragón, se debe estar preparado para el peor escenario. Asegura que la única manea para modificar un escenario de un inminente rebrote es trabajar. “No solo el sector salud o solo la alcaldía, sino que tiene que ser la población misma que tiene que estar cuidando sus alrededores, su propio lugar y lógicamente eso sí que va a tener un impacto en la enfermedad”, señaló.
Con este panorama, sabiendo que todo aumenta en la época lluviosa, que la enfermedad sigue presente, y que todavía hay personas que están susceptibles es bastante probable que siempre hayan casos de chikungunya, así como tenemos casos de dengue, explicó Aragón.
Población en riesgo
Las autoridades de Salud aseguran que uno de los puntos más importantes para la prevención de la fiebre chik y del dengue, ahora que aún está la época seca, es identificar las poblaciones más susceptibles. Algunos de los factores de mayor riesgo son la densidad poblacional, los núcleos familiares numerosos y la poca higiene en las zonas.
“Ahí tenemos mayor probabilidad de tener un comportamiento epidémico porque la enfermedad se transmite con una mayor velocidad, si tenemos el vector presente”, agregó. En este sentido al identificar las zonas más propensas, se puede trabajar en la prevención.
Aragón explica que el virus de la chikgunya no es un problema de salud, sino más bien la base son los aspectos de saneamiento, abastecimiento de agua potable y educativos, que se manifiestan como una enfermedad.
Además, insistió en que tener bien mapeados los casos de la enfermedad también ayuda a saber cómo se comporta, y por tanto insistió en que si hay sospecha de padecer la enfermedad, se debe consultar a un centro asistencial.
Tanto la OPS, como el Ministerio de Salud han pedido que las personas que tienen sospecha de padecer esta enfermedad consulten a un médico, debido a que no está recomendada la automedicación y además se le pierde seguimiento al virus.
Aragón explica que en primer lugar se debe determinar si la enfermedad es chik o dengue, ya que este último se puede complicar y puede llevar a la muerte.
“Siempre hay que procurar la valoración médica porque así se descartan otras complicaciones que pueda tener la persona. Aunque el chikungunya, si bien no es tan grave como el dengue en edades juveniles y adultas, sí puede ser muy peligrosa para personas de la tercera edad o que ya tengan una enfermedad como diabetes o hipertensión”, argumentó.
Posible vacuna
Un reciente estudio en Austria ha dado una nueva esperanza para obtener una vacuna que pueda ser efectiva contra la chikungunya. Los autores son miembros del instituto Themis Bioscience, quienes buscaron voluntarios saludables y parece haber dado resultados favorables.
El estudio se realizó entre el 2 de noviembre del 2013 y el 5 de febrero del 2014. Los autores reclutaron 42 adultos sanos de Viena, de entre 18 y 45 años. Y luego de una serie de estudios se determinó que había dado buenos resultados en varios de los casos.
Esta vacuna experimental se diseñó con los genes del virus chikungunya en la cepa Schwartz de la vacuna antisarampión. Los autores esperan que la inmunización esté disponible para adultos y niños en los próximos cuatro a seis años, según explicó por correo electrónico el doctor Erich Tauber, CEO de Themis Bioscience, a la cadena de noticias Reuters.
La OPS prevé que esta enfermedad continúe expandiéndose en la región y sobre todo se disemine todavía más en Suramérica, donde apenas ha comenzado a llegar a algunos países como Brasil, Argentina, Paraguay y Perú, entre otros con más casos como Colombia y Venezuela.
Aragón asegura que esto es debido a la excesiva migración y los aspectos climatológicos propios de la región suramericana.
Asegura que este es el momento más caluroso del año y con mayor intensidad en las lluvias en el Cono Sur, por lo que la propagación del vector es más factible, ya que tiene mejores condiciones para reproducirse, y así facilitar la transmisión de la enfermedad.
En este sentido, la OPS afirma que la alerta epidemiológica que se hizo el 29 de agosto de 2014 se mantiene en toda la región Panamericana. “Tienen que estar preparados. Las medidas de saneamiento, las medidas de control vectorial, el fortalecimiento de la vigilancia, la capacitación del personal de salud para el diagnóstico, el tratamiento y manejo de los pacientes y todas estas medidas se mantienen vigentes y por los meses venideros, ya que probablemente esta epidemia vaya a seguir afectando a la región”, finalizó.