Los tres niños lo vieron todo: su madre fue atacada a quemarropa y cayó en el suelo con dos balas en el cuerpo que acabaron con su vida en pocos minutos.
Eran pasadas las dos de la tarde del pasado domingo. Dos sujetos, con chaquetas negras, que viajan a bordo de una motocicleta roja, llegaron hasta la vivienda de Iris y le dispararon sin importar que sus tres hijos estuvieran presentes.
Iris trabajaba en un restaurante donde se encargaba de repartir comida en la colonia Escalón de San Salvador, sobretodo en algunos negocios de la zona.
Residía junto a sus tres hijos en una pequeña habitación de un mesón localizado en la prolongación de la Alameda Juan Pablo II, en los inicios de la colonia Escalón.
Un testigo relata que uno de los dos sujetos se bajó de la motocicleta, se aproximó a la habitación de la mujer y le disparó en el tórax. Después huyeron a moderada velocidad.
Cuando el testigo llegó, la mujer estaba agonizando y los niños lloraban sobre el cuerpo de su madre. Inmediatamente, el testigo llamó a Cuerpos de Socorro y a la Policía Nacional Civil (PNC), quienes llegaron cuando la mujer ya había fallecido.
El lugar del crimen es un mesón de cinco pequeñas habitaciones. Un baño y barriles donde los inquilinos cargan agua para el uso colectivo.
“Yo escuché los disparos, pero como todos los fines de semana revientan cuetes en la colonia por eso de los partidos (de fútbol), yo pensé que eso era. Hasta después que escuché que los niños lloraba y me di cuenta lo que había pasado”, comenta una de los vecinos.
Esta misma persona manifiesta que los tres hijos de la víctima, dos niños y una niña de siete años, han sido llevados por familiares a otra vivienda.
El sector del crimen es dominado por la Mara Salvatrucha, pero según la Policía en otras colonias hay presencia de pandilleros de la 18 y la Mao Mao que se disputan el territorio.
Algunos residentes aseguran que muchos negocios del lugar son extorsionados y han tenido que cerrar por amenazas de pandillas.
Así lo recuerda uno de ellos, un hombre de unas 50 años de edad : «Hace tres meses puse un negocio de tortas y a la semana me llegaron unos pandilleros exigiendo que les pagara 20 dólares de renta a diario».
Agrega que “no tuve otra opción que cerrar el negocio porque apenas sacaba 10 dólares de ganancia al día”. Antes de despedirse manifiesta que entretenerse en esa zona puede ser «peligroso».
Investigadores policiales manejan dos hipótesis del caso: que podría estar relacionado al pago de extorsión o a rencillas personales.
“No descartamos que el caso esté relacionado con extorsión, pero tampoco que la víctima haya tenido alguna relación con la pandilla que domina ese territorio».
El móvil del feminicidio aún no ha sido establecido, pero la Policía asegura que Iris Adelina Acevedo López, de 37 años, no tenía antecedentes penales.