La beatificación del obispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero está cada vez más cerca después de que la comisión de teólogos de la Congregación para las Causas de los Santos validara el «martirio» del prelado asesinado, informa este viernes el diario Avvenire del episcopado italiano.
Según el diario, el colegio de teólogos reconoció por unanimidad que Romero fue asesinado por «odio a la fe» cuando celebraba una misa. Con este reconocimiento de «mártir» no será necesario demostrar que realizó ningún milagro para beatificarlo.
Llamado «la voz de los sin voz» por denunciar la injusticia social y represión,Romero fue asesinado por un francotirador cuando oficiaba misa en la capilla de un hospital de cancerosos de El Salvador el 24 de marzo de 1980, un día después de dirigirse a los soldados en su homilía: «les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: cesen la represión».
Esta etapa, que tiene que ser aprobada por los obispos miembros de este ministerio y después por el papa Francisco, debería permitir la beatificación, esperada desde hace tiempo por los salvadoreños y seguidores de monseñorRomero pero que ha suscitado debate en la Iglesia porque algunos temen su uso político e ideológico.
Aunque no perteneció a la corriente de la Teología de la Liberación, reprimida durante los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI, Romero fue un defensor de los pobres, en particular de los campesinos expulsados de sus tierras.
Según los observadores del Vaticano, el papa Francisco, tradicional en cuanto a los dogmas pero comprometido con las cuestiones de justicia social, está cercano a la figura de Romero.
Desde su elección en 2013, varias declaraciones de obispos han permitido albergar la esperanza de que se desbloquee la causa de monseñor Romeroquien, antes de su muerte, se habría quejado de que Juan Pablo II no le escuchaba.
El Gobierno salvadoreño, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, expresó su regocijo ante el reconocimiento que la iglesia Católica ha hecho del martirio de Romero.
“Sabemos que este reconocimiento, emanado del Congreso de Teólogos de la Congregación para las Causas de los Santos, constituye un paso decisivo para el proceso de beatificación de nuestro arzobispo mártir, por lo que expresamos nuestro júbilo como gobierno, el cual compartimos con todo el pueblo salvadoreño y latinoamericano”, expresó el canciller, Hugo Martínez.