La tarde del 20 de noviembre de 2013, el oficial José Max Vaquerano llegó junto a su esposa a un restaurante de comida rápida, ubicado en el centro comercial San Luis de la colonia Centroamérica, San Salvador.
Estacionó su vehículo color gris y se dirigió al restaurante. Observó que el establecimiento no contaba con personal de seguridad privada.
Cuando salió de cenar y se dirigió al parqueo donde había dejado su vehículo, éste ya no estaba. Se lo habían hurtado. Entonces regresó al restaurante y pidió el video del sistema de cámaras de vigilancia.
En el video observó que un sujeto de camisa blanca con rayas rojas, forzó la chapa de la puerta derecha del vehículo, lo encendió y se lo llevó. El asaltante tardó menos de dos minutos.
Inmediatamente se fue a una delegación a interponer una denuncia. Ahí aseguró que al interior del vehículo, valorado en 17 mil dólares, estaban varios teléfonos celulares de uso personal. Su uniforme de trabajo diario, placa policial y demás prendas de la corporación.
También había una tablet valorada en 800 dólares. Vaquerano aseguró que si el establecimiento hubiese contado con vigilancia probablemente no le hubieran robado su vehículo.
Diez días después del hurto, la Policía Nacional Civil (PNC) encontró cuatro vehículos con reporte de robo. Fueron decomisados durante un operativo realizado en parqueos y talleres ubicados en San Salvador.
Uno de los locales allanados estaba ubicado en el barrio de Santa Anita. Era camuflado como taller, pero en realidad era utilizado para desmantelar los vehículos robados.
Fueron cuatro automóviles los que recuperaron las agentes policiales que participaron en el operativo. También encontraron piezas, placas y tarjetas de circulación y una camioneta cargada con piezas automotrices que serían comercializadas.
Entre esos vehículos, se encontraba la camioneta hurtada al oficial Vaquerano. Sin embargo, los uniformes policiales no fueron recuperados en ese procedimiento donde se capturaron a dos personas de la estructura delincuencial que desmantelaba los carros.
Hallazgo del uniforme
El pasado jueves, agente policiales recibieron información de inteligencia que en una casa de la comunidad Barba Rubia del municipio de Nejapa, un grupo de pandilleros se encontraban reunidos en una vivienda.
En el lugar fue encontrado el uniforme del oficial Vaquerano junto a las insignias y placas policiales con los apellidos del jefe policial.
El director de la Policía, Mauricio Rámirez Landaverde indicó que cuando entrevistaron al jefe policial, éste les aseguró que el uniforme se lo habían hurtado cuando le robaron su vehículo.
Vea video del hurto de la camioneta: